Comunicación En Línea

Jóvenes comunicadores

Hace algunas semanas, en entrevista con Plácido Garza en DETONA, tuve oportunidad de enviar un mensaje a los nuevos comunicadores que hoy se están preparando en las aulas y a los que están haciendo sus “pininos”, como se dice coloquialmente, en el que les decía que el futuro ya llegó, que ellos son el presente y que en sus manos hay grandes áreas de oportunidad que pueden desarrollar para ellos y para la sociedad.

 

Compartí una plática que tuve con mi hijo José Angel, quien tiene una habilidad extraordinaria para las matemáticas y el cálculo, cuando me dijo que, después de un par de semestres estudiando, deseaba cambiarse para alguna área humanista como pudiera ser psicología.

Finalmente, el Chepe, después de aplicar para psicología y ver que quizás no sería lo más apto para él, sin que yo influyera para nada en lo absoluto, me comentó que su deseo era estudiar comunicación, por lo que tuve una plática con él que compartí en mi entrevista con Plácido.

Uno de los estigmas o mitos que existen en torno a la carrera de comunicación es que, dicen, no se puede vivir de ello y es una profesión muy ingrata y mal pagada, ya sea que los graduandos salgan al mercado como reporteros, editores, redactores, camarógrafos o actividades técnicas similares, sus salarios son muy bajos.

Esta mala definición a mi parecer no exclusiva de esta carrera, sino una realidad del mercado laboral en México, en el que un médico puede ganar menos que un chofer de taxi o de una recepcionista, igual que un ingeniero o contador...

Ess uno de los argumentos que ponen a dudar a los jóvenes al momento de elegir sus estudios profesionales.

Por ello, le comenté al Chepe y se lo expresé a Plácido en la entrevista, los jóvenes deben apartarse de estas creencias y trabajar en la seguridad y autoestima propia, con la convicción de que, si pueden aportar valor a lo que hagan, siempre habrá puertas abiertas para ellos, independientemente de lo que estudien o de dónde trabajen.

Hoy las redes sociales, la comunicación digital, las condiciones que vivimos en el planeta y el contexto que permea entre nosotros, son una gran área de oportunidad para los jóvenes comunicadores que pueden romper paradigmas y trazar rutas exitosas en sus trayectorias y en sus aportaciones a la comunidad y al mundo laboral.

Yo les compartí mi propia experiencia en el periodismo: 

Estudiando en el Tecnológico de Monterrey, donde supuestamente nos preparaban para salir a una oficina y dedicarnos a la comunicación organizacional, corporativa o a las relaciones públicas, si se quería tener buenos ingresos.

Cursaba el tercer semestre en 1986, cuando en un trabajo final de la materia de Metodología de la investigación escribí un ensayo sobre la comercialización y el consumismo en el deporte, que se apartaba del concepto de los griegos clásicos, mismo que además de ser evaluado con la máxima calificación. La maestra se lo envió a don Armando Díaz Gerding, quien en aquel entonces editaba una revista de educación física en el Tec y era toda una eminencia en la materia.

Mi ensayo fue publicado y lo que podría haber sido considerado como un golpe de suerte, sería para mí la puerta que me llevaría a los periódicos ya que don Armando me recomendó en "El Porvenir" en 1987, luego de haber hecho el curso de periodismo de Mary Gardner en El Norte, lo que marcaba mis inicios en el periodismo deportivo en el que tuve el privilegio de escribir páginas completas para el suplemento “Touch Down”, de Jesús Cantú Escalante.

De entonces a la fecha he sido afortunado y he podido vivir de manera próspera y digna de mi profesión, haciendo prensa escrita, televisión, capacitación para las áreas de recursos humanos, comunicación social y política, consultoría y muchas actividades más que hasta la fecha me siguen llenando de emoción como aquel artículo deportivo que se publicó gracias a alguien que creyó en mí y a quien rindo homenaje a dos años de su partida al eterno.

Gracias siempre, don Armando.

Así que a los jóvenes que hoy tienen muchas más posibilidades de sobresalir en la aldea global que describió Marshall McLuhan, en un mundo comunicado por un clic y donde fluye información a cada minuto.

El mundo requiere comunicadores honestos, líderes, visionarios y apasionados de su profesión por lo que, al igual que siempre, las oportunidades seguirán ahí para quienes deseen aportar valor a nuestra comunidad.

Debo decirlo también, en mi experiencia me he topado con todo tipo de jóvenes comunicadores, desde los que en el “home office” han perdido la pasión por ir a las fuentes informativas o por investigar y verificar y quieren los boletines por WhatsApp, los que se han olvidado de la importancia de la ortografía y la gramática, hasta aquellos que son creativos y audaces que generan plataformas novedosas, aplicaciones o nuevas fórmulas de comunicar.

Como decía el refrán, en este mundo traidor, nada es verdad ni es mentira, todo depende el color del cristal con que se mira. Así que jóvenes comunicadores, usen los cristales con los que se visualizan aportando valor desde sus quehaceres para construir un mundo mejor y quítense la idea de que sólo pueden desempeñarse en áreas técnicas o de producción, mal pagadas.

Esto, más o menos, fue mi mensaje de cierre el sábado pasado a los alumnos de la maestría en medios de la Universidad de Comunicación Avanzada en la que tuve el privilegio de impartir la asignatura de “Comunicación Social y Prensa” a un grupo de estudiantes y profesionistas muy entusiastas que a lo largo del curso se dieron la oportunidad a sí mismos de abrir su pensamiento y plantearse nuevas áreas de oportunidad.

Jóvenes: el presente y el futuro son ustedes. ¡Créenlo y créanlo!
Omar Cervantes

Ex vocero de la Secretaría de Gobernación en 2019.