La Constitución tiene un enemigo

AMLO, el Caballo de Troya.

Lo sospechábamos, pero no había confirmación. México tiene como presidente a un enemigo de la Constitución.

La amenaza al juez que concedió un amparo para frenar la reforma a la Industria Eléctrica representa un punto y aparte en la vida del país. Indica que está sentado en la silla presidencial un hombre que trabaja para acabar con la división de poderes.

La parte más lamentable y peligrosa dentro de esta emergencia nacional está en la presidencia de la Corte. Un ministro, Arturo Zaldívar, que ha aceptado convertir al Poder Judicial en cómplice de un proyecto político autoritario.

La carta donde Zaldívar le dice a López Obrador que su petición será turnada al Consejo de la Judicatura y que la investigación se hará con pleno respeto a la autonomía jurisdiccional, no representa nada. Otro tipo de ministro hubiera puesto en su lugar al titular del Ejecutivo Federal.

Y ponerlo en su lugar significa marcarle con toda claridad las pautas constitucionales. Decirle que no puede acusar a un juez sin pruebas, condenarlo públicamente y poner en riesgo su vida, simplemente porque no le gustó el fallo.

Zaldívar debió haberle recordado al señor presidente que está obligado a respetar la autonomía de los jueces, como lo mandata la Constitución y los tratados internacionales y que su amago representa una amenaza al Estado de Derecho.

NI AMLO NI ZALDIVAR RESPETAN EL ORDEN CONSTITUCIONAL

Pero, ya entendimos. Ni uno, ni otro están interesado en defender lo que, por ley, están obligados a proteger: el orden constitucional. Zaldívar sabe lo que puede suceder cuando un presidente con talante totalitario utiliza al Poder Judicial para legitimar sus actos arbitrarios.

Ese tipo de connivencia entre poderes sólo es útil a Estados antidemocráticos. A los Hugo Chávez, a los Maduro, a los Pinochet y a los Videla. Es el principio para construir regímenes terroristas, para dar validez a normas represivas, a instrucciones penales fraudulentas dirigidas a condenar a los enemigos del régimen.

A ver, abogado Zaldívar. ¿Acaso el papel más importante de la Corte no es vigilar que la Constitución sea interpretada correctamente para que la democracia funcione? ¿Y si quienes tienen esta responsabilidad, deciden ponerse a los pies de quien la aplasta y viola, qué futuro puede tener la protección de los derechos y libertades?

Las lecciones y verdades que estamos sacando del amago del presidente al juez Juan Pablo Gómez Fierro son aberrantes. Estamos presenciando lo insólito: a un Jefe de Estado pidiendo sancionar a un juez porque, éste, decidió actuar con independencia para hacer respetar la Constitución.

POR SUS PISTOLAS

Y por si esa amenaza no bastara, ahora López Obrador advierte que si los jueces declaran inconstitucional la reforma a la ley eléctrica ordenará a su partido en el Congreso aprobar una reforma para imponerla a toda costa y con ello dejar la vía libre al abuso de poder.

Estamos ante un jefe de Estado decidido no solo a torcer sino a pervertir el espíritu y los principios fundamentales de la Constitución para imponer sus decisiones. Estamos ante un juarista y liberal de paja que traiciona a Juárez al pretender enterrar la figura del amparo instituida por el benemérito de las Américas precisamente para impedir, la arbitrariedad del poderoso.

AMLO ES UN CABALLO DE TROYA

La Constitución tiene un Caballo de Troya y se llama Andrés Manuel López Obrador.

Si la oposición se doblega y acepta apoyar en el Congreso el desastre constitucional propuesto por AMLO, contribuirá a abrir las puertas del infierno. Después de esto todo será posible: expropiaciones, persecución y terrorismo de Estado.

Defender al juez Juan Pablo Gómez Fierro no sólo es un asunto de abogados, es algo que debe importar a todo México. Significa proteger la independencia judicial y el Estado de Derecho. No se trata de romper lanzas por la persona, sino por lo que representa. En él se concentra el ataque a la división de poderes y el intento de imponer una tiranía judicial.

Los juegos del destino han colocado a los ministros y legisladores de cara a la nación: ¿De qué lado están sus lealtades y convicciones? Es hora de que lo demuestren.
Beatriz Pagés Rebollar

Directora general de la Revista “Siempre”, una de las más influyentes de México, fundada en 1953 por su padre, Don José Pagés Llergo. Ha formado parte de los equipos de Televisa, Canal 11, Multivisión, CNI, Canal 40 y es comentarista política de numerosos medios. En 2019 renunció al PRI, donde militó gran parte de su vida.