La juventud actual
A ésta generación de jóvenes, además de que les tocó vivir la pandemia al parecer interminable por covid-19, también les está tocando vivir una ola de avances tecnológicos y de comunicación imparable:
Ya es muy fácil conocerse por Facebook, quedar de salir por WhatsApp, identificar a todos los contactos en el celular, compartir fotografías y videos por mensajes y por Instagram, y subir videograbaciones a YouTube y a TikTok en menos de 10 segundos, casi de cualquier contenido visual, con todo el riesgo existencial que éste fenómeno cada más más accesible genera.
Estos avances tecnológicos, que dominan completamente la mente de los jóvenes en la actualidad, en más del 70% de su tiempo, resultan muy complejos de analizar desde un punto de vista de repercusión psicológica y social, individual y colectiva, por lo que idear un mecanismo de control que los oriente universalmente a buscar la superación personal independiente ya es imperativo.
Pareciera también que el único lubricante que usan los jóvenes en la actualidad para mover los engranajes que giran las manecillas de su destino, es de tabaco, alcohol, cannabis y otros estimulantes que tienen que ser cada vez más potentes, cuando los de nuestra generación sabíamos utilizar como lubricante a la ilusión, al amor, y a las ganas de conquistar al mundo.
Por eso planteo la siguiente propuesta:
Lo que necesitan los jóvenes de siempre y por siempre es un modelo a seguir, un ideal, un arquetipo, y hasta un lema y una señal, eso es lo que lamentablemente logró Hitler con la juventud alemana y la swástica, a mediados del siglo pasado, pero que pudo superar por mucho Churchill, con su famosa “V” de la Victoria, que hasta hoy es un simbolismo universal de superación, tanto que el mismo Che Guevara la utilizaba, de quien la fotografía de su rostro viendo hacia el futuro es la imagen más vendida de la historia.
Y no me refiero con ésta filosofía que debemos retomar la imagen del Che Guevara para que los jóvenes en la actualidad se identifiquen, o algo similar, lo que debemos lograr sería un fenómeno de liderazgo mucho más consistente y moderno, para evitar que las imágenes de los celulares y pantallas en general, fijas y en movimiento, y el alcohol, tabaco, cannabis, y estimulantes artificiales, sean los que determinen el futuro de los jóvenes...