La nación noticiosa

Notimex, nuestra propuesta gubernamental, ha sido un rincón anquilosado.

Crecieron con la necesidad imperiosa de información. En cada país se generan noticias de primer impacto. Casi es imposible y costoso, mantener un ejército de reporteros.

Las agencias noticiosas llegaron a construir el cable necesario en la densidad de la vida acelerada. Del progreso y de la negativa en todos los rincones del mundo.

EL ELEFANTE BLANCO DE LAS NOTICIAS

Notimex, nuestra propuesta gubernamental, ha sido el elefante blanco de los informadores dependientes del estado. Prestar servicios en la agencia ya no es prestigio, sino comodidad de un empleo pagado cada quincena.

Sin la zozobra del baile de los dueños de las empresas particulares, de los medios de comunicación. 

Desde la entrada de la 4T con el presidente Andrés Manuel, Notimex se agita en un mar de tempestades. La huelga de los trabajadores suma días, meses y ya años.

Mientras los atrincherados, desde la dirección o desde el sindicato, impiden la oportunidad de laborar.

El manejo de Notimex, su grupo de oportunistas y comparsas, complican el ejercicio de la noticia y la libertad de expresión. 

Una directora empecinada, soberbia y poco humilde, consecuencia de la locura de un puesto de primer nivel, aleja a los reporteros, a los informadores y a la poca credibilidad de una agencia de Estado.

La propaganda no es igual a legitimidad. Por eso nos preocupa esa cara decrépita y ultra maquillada.

Con el hígado graso de una mentira infinita y repetida. Sindicato y Dirección, dos bandos antagónicos, son la evidencia de una era pasada, sin sentido.

Gerson Gómez

Morelense de cepa Regiomontana. LCC con especialidad periodismo (UANL). Doctor en Artes y Humanidades (I.C.A.H.M.). Tránsfuga de la mesa de redacción en diferentes periódicos como El Diario de Monterrey, Tribuna de Monterrey, y del grupo Reforma en el matutino Metro y vespertino El Sol. Escort de rockeros, cumbiamberos, vallenatos y aprendices al mundo de la farándula. Asiste o asistía regularmente a conciertos, salas de baile, lupanares, premieres, partidos de fútbol y hasta al culto dominical. Le teme al cosmos, al SAT, a la vejez y a la escasez de bebidas etílicas. Practica con regularidad el ghosting. Autor de varios libros de crónica como Hemisferio de las Estaciones, Crónicas Perdidas, Montehell, Turista del Apocalipsis, Monterrey Pop y Prêt-à-porter: crónicas a la medida.