Los frentes fríos
Las colocaron en los bajos del puente del Hospital Universitario. Horribles mesas. Disfuncionales para la cantidad de personas de la zona.
La presunción de lo estilizado, lo ergonómico tallado en piedra.
No son para descansar, sino para mal comer. Así es la estructura municipal de Luis Donaldo Colosio Riojas. De tropezones y de iluminaciones llevadas por la comunidad en consultas.
Cuando la necesidad es mayor, la inexperiencia entra galopante.
Los servicios del hospital Universitario recuerdan la fragilidad de la existencia. Muchos de los familiares pernoctan sobre cartones. Como colcha el cielo y algunos trapos hediondos.
Cada segundo de espera es un lamento. Solo algunas comunidades religiosas y personas de buena fe se acercan a entregar alimentos. A compartir desde su peculio.
Llega la temporada invernal. Desciende el mercurio de los termómetros. Los invisibles de la urbe quedan al descubierto.
Protección civil ofrece algunos albergues. Los parientes pobres se turnan para el aseo. Cambiar de aires. Lavarse con agua empapada de lágrimas. Mientras exista vida contemplan con esperanza.
Cada uno de los frentes invernales los acuchilla. Les traspasa sus chamarras descocidas por el uso.
La labor del estado y el municipio es solo simulada. En el colegiado civil debamos perder la vergüenza y empáticos, llevar mucho de la bonanza en nuestras alacenas.
Amar es primero. Gastar es innecesario...
Eso déjeselo a los malos administradores. A los de la foto en la inauguración de las mesas y de las insalubres letrinas modernas.