Los popotes, y la democracia del futuro


Esta orden se suma a las 80 que se cancelaron y que fueron emitidas por el presidente saliente Biden.
El asunto en sí mismo puede parecer menor, pero esconde uno de los grandes defectos de la democracia y que se procura no explotar desde el poder.
En sistemas de gobierno, basados en el voto popular, donde el que gana, gana todo y el que pierde, pierde todo, el ejecutivo puede con facilidad exceder sus facultades más allá de lo admisible como legal, ético, razonable y justificado.
Sin embargo, ahora que el pudor político ha quedado en completo desuso los desfiguros están a la orden del día en todos los países.
Si todo se tratara de asuntos del tipo de los popotes -en apariencia veniales -nadie reparará en las consecuencias, el problema es que algo venial que se combina con infinidad de otras decisiones y múltiples propósitos que a su vez provienen de procesos de decisión que poco o nada tienen que ver con los costos y beneficios sociales, tendrán efectos multiplicativos inesperados.
Toda selección entre opciones, implica exclusión.
Se toma una determinación y se dejan fuera las alternativas en aquel momento.
Al fenómeno conocido como selección discreta la ciencia le ha dedicado grandes recursos intelectuales para ser comprendida con objeto de reducir el margen de error en el proceso.



