¿Por qué sigue sin desatarse el nudo en el Congreso de NL?


¿Cómo desatar el apretado nudo?
La solución es simple.
Repitiendo la votación del sábado pasado para integrar la Mesa Directiva.
Si tan seguras están las bancadas del ‘PRIAN’ de que no hubo trampa ni “urna embarazada”, la nueva votación tendría que reflejar el mismo resultado.
No hay pierde. ¿O sí?
Quienes se niegan a repetirla (otra vez el ‘PRIAN’) dicen que pueden quedarse así, tal cual, cruzados de brazos, durante semanas y meses enteros; según ellos, quien pierde es el Ejecutivo Estatal.
O como se decía antes: nadie sabe lo que gana cuando pierde la vergüenza.
Pero esto es un sofisma (quien ignore qué significa la palabra sofisma que busque un diccionario).
En realidad, el ‘PRIAN’ no gana nada perdiendo su vergüenza o sólo gana una paletada más de tierra a la tumba de su desprestigio.
¿Qué hacer? (diría Lenin).
En el fondo, lo que debe hacerse es olvidarse ya del sistema de ánfora tan propicia al fraude (en un parlamento ningún voto tendría por qué ser secreto ni oculto), y recurrir al mejor invento de la práctica parlamentaria: el voto nominal.
Es decir, el voto que registre el nombre y el apellido del legislador con el sentido de su voto.











