Samuel y los intocables disfrazados de sabios

COLUMNISTA INVITADO: Carlos Gómez Flores, Presidente de la Asociación Nacional de Cronistas de Comunidades y Ciudades Mexicanas, A.C. Es también Cronista de Bustamante, N.L., Pueblo Mágico.

¿Será correcto que por solo sumar años en organizaciones haya personas que se sientan intocables y pretendan emerger como jueces vigilantes de lo que les rodea?

La sabiduría no es fruto de agregar décadas a la edad a una persona.

Conozco hombres y mujeres que rebasan los setenta años y son inmaduros en sus acciones y jóvenes menores de treinta años que tienen una capacidad de reflexión inmensa.

Entonces no concibo que alguien por considerarse un experto detenga procesos que inhiban el desarrollo de proyectos necesarios para una ciudad o para comunidades.

El Objetivo de Desarrollo Sustentable 11 de la Agenda 2030 se titula Ciudades y Comunidades Sustentables que implica trabajar por parte de autoridades y grupos de interés de la sociedad en lugares más armónicos en los que se garantice la correcta movilidad urbana, el buen manejo de residuos sólidos urbanos, el establecimiento de condiciones estables de seguridad y el aumento de la calidad de vida de los ciudadanos.

Es muy difícil plantear una línea de tiempo precisa para el desarrollo de los proyectos que tiene que ver con reingeniería social pues siempre habrá intereses económicos y políticos, pero se trataría de hacer un planteamiento bajo el paradigma de ceteris paribus para que entonces bajo condiciones específicas se pueda vislumbrar una ruta de acciones en el tiempo.

AGUASCALIENTES

Estuve conviviendo con un grupo de ambientalistas hidrocálidos el jueves pasado y allí observé con respeto el protagonismo de unos, y paladeé la sabiduría de otros.

Siempre es bueno aprender ideas fuerza nuevas, siempre es gratificante conocer ciudadanos interesados en el bien común, aunque algunos se dijeron empresarios y no se puede ser juez y parte en un tema de interés colectivo como lo es el manejo de los residuos sólidos urbanos.

Nadie tiene una varita mágica, el mundo sigue girando y es menester concretar los proyectos que son necesarios para activar la economía circular, y aprovechar al cien por ciento aquellos residuos que puedan incorporarse a la cadena de valor.

Finalmente es un asunto de ética individual y colectiva el decidir lo que debemos hacer con nuestro consumo y los residuos que esta práctica cotidiana genera.

Vuelvo al tema de la gente de experiencia, porque es una situación delicada.

Confío en aquellos observadores ciudadanos que tiene los conocimientos y que carecen de intereses políticos; cuando alguien que se dice experto promueve sospechosamente una manera de hacer las cosas en la que se nota que hay una tendencia.

Lo fundamental es ciudadanizar lo más posible los procesos de proyectos que tengan tangencia con el presente y futuro de las comunidades y ciudades; pero realmente ciudadanizarlos y no tomar decisiones unipersonales para no repetir el cuento de las consultas ciudadanas que no son finalmente consultas: son imposiciones.

SAMUEL MERECE UNA OPORTUNIDAD

Samuel García Sepúlveda es joven, pero cuenta con la experiencia del Senado, no dudo que pueda hacer un papel digno como Ejecutivo del Estado de Nuevo León.

Recuerdo la gestión de don Alfonso Martínez Domínguez, un adulto mayor que se apoyó con perfiles de jóvenes entre ellos el actual gobernador Jaime Rodríguez Calderón.

Ahora la frecuencia intergeneracional es la que conviene; adultos mayores arropando a los más jóvenes, pero no manipulándolos.

Sabemos de hábitos que han sido muy dañinos para el erario público, de algunos gobernantes que siguió los intereses económicos de su padre.

Insisto en que hay que dar la oportunidad al joven gobernante que tendremos desde inicios de octubre, se percibe que no tiene fronteras para solucionar los problemas de la ciudadanía.

Seguramente Samuel García Sepúlveda se encontrará con personas intocables disfrazadas de sabios que buscarán influir en sus decisiones.

Espero que siga su sentido común y comparta la solidaridad y alegría propia de la juventud.