"Vamos a marchar, o vamos a marchar sin remedio"
A dos años de la sucesión presidencial del 2024, Andrés Manuel López Obrador envió a la Cámara de Diputados, una propuesta para modificar 18 artículos constitucionales en materia electoral.
Esta acción ha sido considerada como un atentado a la democracia por los partidos de oposición y una multitud de ciudadanos que se han manifestado en contra a través de las redes sociales; e incluso han convocado a una marcha nacional para el día 13 de noviembre y un paro al día siguiente.
La propuesta que llegó el 28 de abril al Congreso de la Unión pretende modificar al INE (Instituto Nacional Electoral) antes IFE, para crear al INEC, Instituto Nacional de Elecciones y Consultas, sin embargo, es importante señalar que durante muchos años se luchó para quitarle el control de las elecciones a la secretaría de Gobernación, tener un organismo autónomo que hiciera posible la democracia.
Es importante destacar que el INE ha sido el gran protagonista que garantizó la alternancia en México; después de 70 años de imposición del PRI, por primera vez en la historia de nuestra nación se dio el cambio en el poder en el año 2000, logrando ascender Vicente Fox a la presidencia, seguido de Felipe Calderón, ambos del PAN.
Posteriormente llegó Morena, partido del que emana el mandatario Andrés Manuel López Obrador, quién pese a los triunfos obtenidos por Morena, insiste en desprestigiar a dicho instituto, a la par que permite e incentiva que funcionarios de su gobierno violen fragantemente la ley, pues los envía a recorrer el país como corcholatas oficiales.
La reforma electoral, por ser constitucional, requiere el apoyo de dos terceras partes del pleno de la Cámara de Diputados.
Esto significa que a Morena y sus aliados no les alcanzará para aprobarla, por lo que requieren necesariamente del apoyo del PRI, lo cual no se ve complicado, ya que Alito Moreno, quién tiene mucha cola que le pisen y ha sido exhibido en los programas del martes del Jaguar por Layda Sansores, Gobernadora de Campeche, “con tal de salvar su pellejo” podría poner la bancada tricolor a disposición del presidente.
Si la iniciativa es aprobada, los consejeros y magistrados electorales serán propuestos por los tres poderes de la unión y elegidos por voto popular. sí, así como lo oye, serán los candidatos en campaña, y los diputados federales emergerán del gusto y voluntad del mandamás de cada partido político.
Eso sí, la lista estará reducida, pues pasarían de 500 a 300, también los senadores se reducirían de 128 a 96 -lo cual me parece bien, pero lo que no me gusta es que no son electos por voto popular-. Los consejeros del INEC pasarían de 11 a 7.
Otra novedad que contempla la reforma, con ganas de ahorrar más, es que el financiamiento público se les daría a los partidos solo para campaña política y ahora sí, tendrían que rascarse con sus uñas para pagar sueldos y recibos de luz, agua y cualquier otro chuchuluco que necesiten.
Se eliminarían los órganos locales electorales, es decir, se tendería a centralizar y controlar al nuevo INEC; Se cambiarían los requisitos para ser magistrado del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación, ya que dice el presidente, que actualmente hay crisis y descomposición, y donde, por cierto, el Magistrado Reyes Rodríguez Mondragón, expresó en su cuenta de Twitter: “Ojalá ya se muera ese viejo culero de Palacio Nacional”, lo cual consideró López Obrador como una muestra más de la urgencia de llevar a cabo la reforma.
Cabe señalar que hay una advertencia por parte de la Comisión de Venecia, que es un órgano consultivo del Consejo de Europa, la cual afirma que las propuestas “no ofrecen suficientes garantías de independencia e imparcialidad por parte del INEC y de los jueces del Tribunal Electoral".
En lo personal, creo que se debe llevar a cabo una reforma, pero una que garantice la democracia y me gusta la idea de revisar el presupuesto que se entrega a los partidos políticos y sobre todo fiscalizar en qué lo gastan.