El atraco

Jaime Cárdenas, ex director del Instituto para Devolverle al Pueblo lo Robado, se quedó corto. 
El INDEP no es un “barril de pólvora”, es una poderosa bomba destructiva contra la hipocresía del presidente.

 En la entrevista que concedió a un medio nacional para explicar los motivos de su renuncia lo dio a entender entre líneas. 
El organismo “Robin Hood” de la 4T opera como la caja fast trak de este gobierno. De ahí se extrae el dinero que le urge al régimen, sin dejar registro y sin que nadie lo obligue a trasparentar o dar explicación de algún tipo. 
   
Mientras los hospitales públicos no tienen recursos para hacer frente a la pandemia, el INDEP ha venido recibiendo desde que se creó por orden del presidente cerca de mil 500 millones de pesos al año.  Es –dijo Cárdenas- una institución con mucho dinero, poco fiscalizada, campo propicio para la corrupción”.

 La cueva de Ali Baba y los 40 ladrones funcionaba con más orden y transparencia que el órgano emblemático del altruismo morenista. Ahí se vende y remata de todo. 
Lo mismo terrenos, que casas, muebles de oficina, joyas, autos, menaje de casa y como reza la página de subastas “eso y  mucho más”.

  Es decir, el INDEP fue diseñado y opera mejor que un casino de Las Vegas. Ahí las reglas del  capitalismo y el neoliberalismo salvaje -que tanto desprecia  el presidente -son las que rigen las transacciones comerciales más oscuras de la llamada Cuarta Transformación.

  Subastas a sobre cerrado, propiedades que nadie sabe de donde proceden, ventas cuyo destino se desconoce, y beneficiarios inexistentes.

   ¿Y dónde cree que se lleva a cabo todo este atraco a la nación? Ni más ni menos que en lo que pomposamente ha sido bautizado como Centro Cultural Los Pinos. 
Es decir, en la ex residencia oficial de los presidentes de México, clausurada por López Obrador, desde el primer día de su mandato, con el argumento moralista de que era símbolo de un sistema viejo y corrupto.

  Pues ahí mismo, en Los Pinos, es donde corre el dinero como si fuera mesa de ruleta y se lo embolsan los funcionarios de la "honrada 4T" como si se tratara de una reunión de piratas repartiéndose el botín.

  Cuando el reportero preguntó al ex director del INDEP si el presidente estaba enterado de los atracos que ahí se daban y si le pedía sancionar a los corruptos, la respuesta de Jaime fue tajante: Siempre me decían adelante, pero nunca sucedió nada.