La generación digital

La contingencia sanitaria ha dado un fuerte impulso a la digitalización.

Aspectos regulares de la vida como la enseñanza, el comercio y la socialización migraron a las redes digitales; las restricciones de contacto físico obligaron a modificar nuestros hábitos de interacción.

Los niños y adolescentes son quienes más se han visto afectados por esta transición. El impacto de la vida digital ha trastocado su desarrollo, las limitaciones a su interacción y desenvolvimiento personal depende de sus habilidades digitales.

Hace algunos años, se inició el debate sobre la alfabetización digital, que alude a las habilidades que todo ser humano debe desarrollarse para insertarse en el mundo contemporáneo, para ello se debería de disponer de las herramientas físicas necesaria para poder formar parte del mundo digital.

El impulso que generó la emergencia de salud abrió muchas ventanas de riesgo para quienes somos usuarios de las redes digitales, los ciberdelitos y el robo de identidad fueron de los crímenes que mayor crecimiento tuvieron por las medidas de confinamiento.

Sin embargo, dentro del catálogo de aspectos a reflexionar, poco se ha reparado en los riesgos a los que se exponen los niños y adolescentes quienes se vieron obligados no sólo a depender su desarrollo intelectual por medio de las redes digitales, sino que el esparcimiento y tiempo de ocio los sometió a una enorme cantidad de opciones de entretenimiento, lo que incrementó el riesgo para verse inmerso en dinámicas de manipulación y asimetrías de poder que los expone a riesgos emocionales y hasta físicos.

Si bien es cierto que el home office resultó en una alternativa para mantener cierta dinámica de productividad, en el caso de la infancia y la adolescencia esta se ha visto vulnerable y expuesta no solo a contenidos inadecuados, sino que a través de las redes sociales, puedan verse involucrados en dinámicas de manipulación, donde los retos o “challenges”, así como el ciberbullying, condiciona y determina su salud mental.

Por eso recientemente, el comisionado Arturo Robles Rovalo, que promueve el tema de ciberseguridad en el Instituto Federal de Telecomunicaciones,impulsó realizar un encuentro virtual en el cual destacó la urgencia de poner mayor atención en las dinámicas y relaciones virtuales que establecen infantes y adolescentes, ya que se compromete su seguridad y autoestima, por lo que es necesario establecer controles parentales, platicar con los menores de edad y supervisar el tiempo y tipo de contenidos a los cuales están expuestos.

De modo que se evite el desarrollo de relaciones abusivas no sólo por adultos, sino por sus propios compañeros, quienes a través de los perfiles de las páginas de redes sociales como Facebook o Instagram, pueden ser sujetos de burlas que minen la confianza en sí mismos.

Alberto Martínez Romero

Licenciado en Periodismo y Comunicación Colectiva por la UNAM. Tiene un MBA por la Universidad Tec Milenio y cuenta con dos especialidades, en Mercadotecnia y en periodismo de investigación por el Tec de Monterrey. Tiene diversas diplomaturas en Habilidades Gerenciales por la Universidad Iberoamericana y se ha especializado en Relaciones Públicas y Atención de Crisis en Comunicación. Ha sido reportero y editor en medios como Reforma y El Universal. Fue corresponsal en Centroamérica para Reforma y Notimex. Colaboró en la realización del libro “La Huelga del Fin del Mundo”, de Hortensia Moreno y Carlos Amador, primer libro que se escribió sobre la huelga estudiantil de 10 meses en la UNAM en 1999.