La Luz del Diablo - Prey for the Devil / EUA, 2022

Director: Daniel Stamm. Guión: Robert Zappia. Actores: Jacqueline Byers, Virginia Madsen y Colin Salmon. UNA ESTRELLA.

Siempre se sufre en Halloween, la oleada de películas del género de terror y terror “ya merito” que quieren acaparar un nicho del público cinéfilo en esta temporada.

La Luz del Diablo es la primera de varias cintas que nos van a caer directito del infierno cinematográfico, de esas que se sentirían más a gusto en un steaming allá perdido entre tanto nombre.

Se supone que una monja, la hermana Ann (Jacqueline Byers), inscrita en la primera institución dedicada al exorcismo de demonios en los Estados Unidos, se da cuenta que está siendo perseguida por el mismo ente que la asechó de niña y que le costó la vida a su madre.

El dilema en la iglesia es que si ella debe o no prepararse para pelear contra demonios, porque va contra todo lo establecido.

La película parte de una premisa real que se dio en una nota periodística del año 2018: la iglesia toma nota que “han aumentado los casos de posesión demoniaca”, por ende el Vaticano aumentó sus cursos a padres para especializarlos en el Rito de Exorcismo.

Pero luego opta por irse por el camino de la equidad, donde supone que tanto las mujeres como los hombres inmersos en el servicio de la iglesia, tienen la capacidad de ser exorcistas.

De hecho, se expresa “es que tiene el poder”… ¿cuál poder? El exorcismo y la liberación de la posesión demoniaca es mediante Dios y su fuerza, no es que el individuo tenga un poder tipo superhéroe de Marvel.

En fin, la película se convierte en una cinta rutinaria de terror, con sustos baratos, catacumbas misteriosas oscuras, pero tan oscuras que ni se aprecia nada de lo que está sucediendo.

Se avientan un montaje que causa risa involuntaria, con dos padres que son "aventados al ruedo sin capote para probar suerte", a ver si saben cómo exorcizar, al grado de que parece novatada antes que otra cosa.

Los personajes tienen una sola motivación: sobrevivir al misterio que nunca se explica bien, sin considerar que la película simplemente se saca de la manga la conclusión que lo deja uno con el “qué-qué” en la boca.

Un exorcista, por favor... para sacarle el chamuco endemoniado a esta película del mal.

TE DEJAMOS EL TRAILER:
Justo Elorduy Hevia

Nacido en 1958, año de estreno de El Puente Sobre el Río Kwai. Crítico de cine y por 34 años analista del género en el periódico El Norte. Amante de la magnificencia de la pantalla grande. Y no hay sustituto. Lo que se ve en la pantalla grande, se queda en la pantalla grande.