Por cierto...

La participación ciudadana

En el papel existe la participación ciudadana, en la práctica es letra muerta.
Mañana 27 de agosto imparto una conferencia sobre la importancia y los retos de la participación ciudadana en nuestro contexto histórico y social.

El tema es actual y de relevancia ante la urgencia por blindar y fortalecer la democracia en el país.

La democracia que vivimos es representativa y parte de la selección de los representantes ante los diferentes poderes en el país; sin embargo, no se detiene en la elección, implica el derecho y el deber de los ciudadanos por conocer y decidir en la cosa pública.

A partir de la primera década de este siglo, se legisló en materia de participación ciudadana o democracia participativa, es decir, se aprobaron mecanismos jurídicos en los cuales puede participar el ciudadano frente a las decisiones de los poderes ejecutivo y legislativo.

En el papel existe la participación ciudadana, en la práctica es letra muerta.

Las razones son diversas, por un lado, la ignorancia política de los mexicanos, por otro la pobreza, también interviene la indiferencia con desconfianza y finalmente el interés gubernamental por desalentar estos mecanismos.

La ignorancia es real y la padecemos, puede no gustar a usted estimado lector que afirme somos una sociedad ignorante, pero lo somos. Principia por la ignorancia educativa de nuestra población, seguida por el desconocimiento de cómo participar al elegir representantes en el poder ejecutivo o en el legislativo.

El mejor ejemplo es el 2018 cuando en mayoría, decidimos regresar a un partido hegemónico con control absoluto, arbitrario y cuasi dictatorial que controla gracias a nosotros, el poder ejecutivo y las mayorías en el poder legislativo federal.

Somos ignorantes porque votamos con los intestinos y no con el cerebro, es obvio que con frecuencia el resultado de las decisiones sea el desecho orgánico intestinal, luego los arrepentimientos.

Somos ignorantes pues preferimos linchar que informarnos.

Las redes se han convertido en sitios de postverdad, espacios para desvirtuar la realidad y difundir lodazal.

La pobreza es fundamental para explicar la escasa participación ciudadana, en un país donde más de la mitad de sus habitantes viven algún grado de pobreza, es entendible que la democracia les importe una pura y dos con sal pues su prioridad es alimentar a los suyos, vaya, es un milagro que nuestras elecciones superen en asistentes a las urnas a los porcentajes de pobres.

Mientras haya pobres seguiremos simulando la democracia.

Claro, habrá quienes aseguren que los pobres son culpables del gobierno que tenemos, no. Los llamados académicos de mayor escolaridad son altamente atraídos por el discurso gubernamental pro socialismo.

Claro, son muchos de ellos, académicos que sólo han vivido en el sector de servicios con financiamiento público y nunca han tenido que conocer los suplicios de quienes están en el sector productivo, para ellos un sistema socialista es un ideal, desconocen la parálisis de los sistemas gubernamentales sin productividad.

Agreguemos la desconfianza y apatía de quienes tienen resuelta la situación económica, la llamada clase media que sabe siempre será lo mismo, así gane el pinto o el colorado, a ellos siempre los friegan las acciones de gobierno.

Finalmente, el gobierno y su estrategia de gatopardo, asegurarse de aparentar participación ciudadana pero sin participación, los casos más recientes: la consulta popular y la revocación de mandato orquestadas, perdón, organizadas desde el poder ejecutivo federal.

Mañana estaré con Ciudadanos por la Democracia que preside León Acosta y estos serán algunos de los puntos a debatir para impulsar la participación democrática en un país con historia de dictaduras.
Óscar Tamez

Expresidente de la Sociedad Nuevoleonesa de Historia, Geografía y Estadística. Ganador del “Premio Estatal de Periodismo 2008” al mejor editorialista del año; de la “Medalla Israel Cavazos Garza” a la investigación histórica. Desde hace 23 años es periodista, locutor, catedrático de varias universidades,  consultor político e investigador histórico. Miembro del Consejo Consultivo Externo de la Facultad de Comunicación de la UANL.