Los pasaporteados

Recibieron de los primos en el Valle de Texas, como recuerdo, la bandera norteamericana.

Recibieron de los primos en el Valle de Texas, como recuerdo, la bandera norteamericana. La colgaron en la habitación de los tíos. Esa bandera significaba el sueño del american way of life de la familia Salas y Rodríguez, oriundos de Marín Nuevo León.

En una de las selvas de Vietnam, en medio de guerra fría, falleció el mayor de los primos, como efectivo del ejército norteamericano.

Enrolado por el tío Sam, le prometieron regularizar la situación migratoria de sus consanguíneos. Cumplieron a la palabra empeñada. Eran los años 60. Muy distintos al nuevo milenio.

Ninguno de los pasaporteados regresó a vivir a Nuevo León. A lo largo del rio Grande, en la parte baja de Texas, donde viven los latinos más pobres de toda la nación, se establecieron.

Los conflictos bélicos distan mucho de ser películas propagandísticas, de machos salvajes barriendo contra la amenaza comunista como en Rambo o Comando.

Quienes sobreviven a la tensión del riesgo real de perder la vida o la mutilación, encuentran el rechazo de los veteranos de guerra.

Entre ellos mismos hay clases. Distinciones de primera, segunda y tercera categoría.

Aquellos pasaporteados de los años 50 y 60, se pasaron por el arco del triunfo la Constitución. Al servir a otro país, debieron los consulados mexicanos, realizar el listado de apátridas y retirar la honrosa ciudadanía mexicana. De aquellos chaqueteros mercenarios.

Gerson Gómez

Morelense de cepa Regiomontana. LCC con especialidad periodismo (UANL). Doctor en Artes y Humanidades (I.C.A.H.M.). Tránsfuga de la mesa de redacción en diferentes periódicos como El Diario de Monterrey, Tribuna de Monterrey, y del grupo Reforma en el matutino Metro y vespertino El Sol. Escort de rockeros, cumbiamberos, vallenatos y aprendices al mundo de la farándula. Asiste o asistía regularmente a conciertos, salas de baile, lupanares, premieres, partidos de fútbol y hasta al culto dominical. Le teme al cosmos, al SAT, a la vejez y a la escasez de bebidas etílicas. Practica con regularidad el ghosting. Autor de varios libros de crónica como Hemisferio de las Estaciones, Crónicas Perdidas, Montehell, Turista del Apocalipsis, Monterrey Pop y Prêt-à-porter: crónicas a la medida.