¿Modelo de Policía o Policía modelo?
Esta semana nos enteramos con mucha pena y pesar que la policía de San Pedro Garza García, esa que se jacta de ser la policía modelo de Nuevo León, dio la nota al ser detenidos 10 de sus elementos activos, lo que ha sido noticia nacional e internacional por el impacto que tuvo y por lo que implica.
Según me entero, estos presuntos policías (delincuentes) acudieron al llamado de un servicio de emergencia, y ya estando en el lugar, detuvieron sin razón a la víctima, a quién (según notas periodísticas) entregaron a civiles armados, presuntamente miembros de una organización criminal. Posteriormente, se solicitó dinero por el rescate de esta persona, lo que permitió calificar el hecho como una privación ilegal de la libertad, tipo secuestro.
Según versa la crónica, esta persona de origen norteamericano se pudo librar de sus captores y pidió ayuda al FBI. Quizá por la intervención de esta agencia y la solicitud de ayuda por parte de los vecinos del norte, fue que los elementos de la Fiscalía General de Justicia del Estado, por medio de la Unidad especializada antisecuestros, iniciaron su carpeta de investigación y, al tener la certeza de la presunta responsabilidad, solicitaron al Juez de Control la expedición de la orden de aprehensión, misma que fue ejecutada.
Los elementos quedaron detenidos en alguno de los centros estatales de readaptación. Hasta aquí parece la nota de cualquiera de los 2,500 o más municipios de la República Mexicana, algo que no es para causar mayor sorpresa.
Sin embargo, es en el lugar que es residencia de las familias más acaudaladas del país y donde se supone que se tiene un modelo de Súper Seguridad, de la Súper Ciudad, del Súper Alcalde... ¿Y con esta nota?. Lo que debemos estar es Súper Preocupados de varias acciones que, a mi forma de ver, han fallado por parte de esta administración, en algunas hasta con responsabilidad penal.
Vamos por partes: Al iniciar la administración, Miguel Treviño designó de secretario a un polémico policía, a quien le presentaron diversas mantas y tuvo hechos que los delincuentes les llaman avisos. Tuvo que ser intervenido el municipio por la Fuerza Civil estatal, removieron jefes y luego designaron al secretario actual, Gerardo Escamilla.
Entre acciones que no veo correctas está el haber asignado un proyecto de seguridad que consiste en reclutamiento, selección, admisión, capacitación, etc, a un particular como si fuera una actividad cualquiera, sin seguir las mejores prácticas. Obvio, hay que ir a otros municipios por los aquellos valientes que se animen a ser policías.
Otra sería las cantidades invertidas en unidades de blof como son las Tahoe, Durango y Pick Up's carísimas, pues vi datos de la licitación y costos de unidades y realmente me parecieron un abuso. Pero bueno, los vecinos-habitantes de SPGG lo están pagando con sus impuestos.
Trascendió además una baja al presupuesto de Seguridad.
En el súper centro de capacitación policial, algo está fallando, pues aquí tenemos una muestra de elementos que presuntamente trabajan para la delincuencia.
Parte de lo elemental es ver si tiene pares en otros turnos y en cuántos elementos no se puede confiar. Para eso les recomiendo consultar a verdaderos expertos en pruebas de control y de confianza que permitan certificar a los elementos policiales y verificar si sirven a otros intereses con cargo al erario municipal. Si no las tienen, están incurriendo en responsabilidad. Este tema es más serio, no es cosa de grillas. Se ocupa tener elementos de confianza pues ellos saben donde viven los ciudadanos distinguidos de esta municipalidad, cómo viven, por dónde circulan, así como sus actividades ordinarias.
Qué terrible tener que cuidarse de quien se supone que te debe cuidar.
Hay que hacer un estudio profundo y, en la misma forma, solicitar una licencia del alcalde y su secretario de Seguridad para agotar la investigación y tratar de tener una policía realmente confiable.