

Les platico:
Conozco a Balbina Sada desde hace tantos años que temo decirlos porque capaz de que le calculen la edad a una dama y ustedes saben que eso no es propio de caballero alguno.
La mar de inquieta, la veo de pronto de reojo hacer lo que le encanta: teatro y baile flamenco.
La primera vez que le conocí esta faceta fue en una obra entrañable dirigida por el dramaturgo Hernán Galindo: “Rojos zapatos de mi corazón”.
De ahí hasta acá, Balbina sigue sorprendiendo con un talento que le saca lustre a las tablas de escenarios, tablaos y recintos privados, más uno que otro semi privado.
A raíz de mi análisis sobre la pieza teatral “La Ola”, llevada a escena por Rennier Piñero, me escribió algo muy lindo, que enardeció al Narciso que todos llevamos dentro y no soy la excepción.













