Siete Puntos

¿Y las escuelas que no son como el ASFM?

Las bravatas del presidente.
1. 

“Llueva, truene o relampaguee habrá clases presenciales en agosto”, dijo el presidente.

¿Estamos ante una más de sus bravatas, que busca oponerse a quienes apelan al no regreso, o es más bien una atinada respuesta a la exigencia creciente de los diferentes actores educativos?

Creo que, como en otros fenómenos sociales, las razones que argumentan quienes van por el retorno presencial, y las que esgrimen los que prefieren posponerlo, tienen su parte de verdad.

Veamos ambas propuestas y otro elemento adicional.

2.

AMLO, como también directivos de colegios y asociaciones de padres de familia que pugnan por la vuelta a las aulas, aciertan al relevar la importancia de la presencialidad en la educación formal.

El encierro prolongado y el distanciamiento social, sobre todo en niños y adolescentes, no sólo ha incrementado la deserción escolar, sino que ha aumentado de manera exponencial el número de trastornos que se magnifican por el hacinamiento y la exagerada convivencia en casa: obesidad, violencia intrafamiliar, adicciones, depresiones, etc.

3.

Por ello siempre será mejor una clase presencial. Se sigue una agenda predeterminada, hay una mayor interacción entre mentores y alumnos, se fomenta el compañerismo y se fortalecen lazos de amistad, se agiliza la solución de dudas, se impulsa el diálogo cara a cara, se desarrollan habilidades socioemocionales, se da seguimiento personalizado de quienes tienen dificultades, etc.

El espacio físico, el aula, también ofrece una alternativa para que profesores y alumnos sientan que están trabajando, y no descansando en sus hogares.

4.

Pero reanudar los ciclos escolares de manera presencial también tiene sus bemoles.

Uno, que podría parecer contradictorio, es que no se utilizarían todas las herramientas tecnológicas educativas, hoy convertidas en una prioridad.

Por otro lado, y con datos duros en la mano, los profesionales de la salud alertan sobre el riesgo de mandar a niños y adolescentes al matadero contagioso, incrementando ese riesgo pues todavía no se han vacunado.

Los alumnos se aglomeran, se quitan la mascarilla y será muy difícil aplicar estrictos protocolos sanitarios…

5.

… sobre todo en las escuelas del sector oficial y en las rurales.

Y aquí está el problema que se ha presentado durante toda la pandemia, y que continuará una vez indicada la reanudación de las clases presenciales.

¿Cuántos niños que estudian en esos planteles no privados pudieron seguir sus clases por televisión?

¿Cuántos podrán reintegrarse ahora a salones sanitizados, con señalizaciones para guardar la sana distancia, habilitados con suficientes ventanas para garantizar una adecuada ventilación, y armados …

6.

… con termómetros para medir la temperatura corporal?

¡Ah! ¿Y si les exigimos pruebas PCR a docentes y alumnos, como dicen que lo hace el ASFM (Colegio Americano)?

Una vez más, los colegios privados aprovecharán la reanudación de clases presenciales para ofrecer la mejor educación posible en este país.

Están en su derecho quienes tienen posibilidad de acceder a este bien. ¿Y los que no la tienen?

¿En qué condiciones regresarán los niños de las escuelas populares y rurales? Y es que, en México y en Nuevo León, no todo es el ASMF.

7. Cierre ciclónico.

Y pensar que los talibanes fundamentalistas surgen cuando los EUA buscaron combatir a los comunistas que controlaban Afganistán, hacia fines de los 70’s del siglo pasado, y que eran aliados de la entonces Unión Soviética.

¿Recuerda la película Rambo III, en la que el forzudo militar norteamericano tiene la misión de rescatar al coronel Trautman, prisionero de los soviéticos?

Pues sí. Rambo recibe ayuda de los guerrilleros muyahidines, financiados por los EUA, y que hoy conocemos como talibanes.

Cosas de la geopolítica.
Padre Paco

El sacerdote José Francisco Gómez Hinojosa (Monterrey, México, 1952) es el actual Vicario General de la Arquidiócesis de Monterrey. Es diplomado en Teología y Ciencias Sociales por el Departamento Ecuménico de Investigaciones de San José, Costa Rica, y doctor en Filosofía por la Pontificia Universidad Gregoriana de Roma. Ha sido profesor en el Seminario de Monterrey, en la UDEM, el ITESM, la Universidad Pontificia de México, el Teologado Franciscano, el EGAP (Monterrey) y la Universidad Iberoamericana (Centro de Extensión Monterrey).