Del amor al odio solo hay un... AMLO

López Obrador paso de “amar a los mexicanos y ser un luchador social” a odiarnos con sus acciones.

La columna de Peniley Ramírez sobre el caso Ayotzinapa conmocionó a la opinión pública de nuestro país, y como ha sido durante los últimos cuatro años, desató una guerra de descalificaciones contra la periodista de investigación, porque guste o no al régimen en el poder, evidenció que Ayotzinapa fue sólo una causa para lucrar electoralmente y hacerse del poder, más que la firme convicción de procurar e impartir justicia.

No abundaré ni en las publicaciones de un periódico de circulación nacional ni tampoco sobre el hilo que circuló en redes sociales, pues cada quien tendrá su propia opinión al respecto.

Impacta la forma en que se describen los hechos de esa fatídica noche y los días subsecuentes, pues parecen ser parte de una película de horror que nos muestra la peor cara de algunos seres que son todo, menos humanos.

Este hecho me hizo recordar una plática con un periodista chileno al inicio de esta administración: me preocupa la falta de resultados de quienes obtuvieron eltriunfo, y la inacción y desorganización de la oposición, pero son asuntos que con voluntad pueden resolverse”.

Y continuó: lo que será muy complicado entender y arreglar será la ruptura social en México, pues la polarización jamás acerca posiciones… puedes mejorar la política pública y, sin embargo, el encono y la división entre los ciudadanos es muy posible que no se termine”.

¡Cuánta razón tenía!

“Divide y vencerás” es la bandera de López Obrador, que como gobernante renunció a su responsabilidad política y social de representarnos a todos.

No cabe duda, el poder es afrodisiaco para algunos y mantenerlo a cualquier costo hace que se pierda todo tipo de límites.

El gobierno de Andrés Manuel se ha caracterizado por su desdén a la vida y las consecuencias son fatales:

  • Es el que tiene mayor número de homicidios dolosos, masacres y enfrentamientos entre los cárteles de las drogas, que alcanzan a la población civil.
  • En el que más periodistas han perdido la vida.
  • En el que la falta de atención en materia de salud, medicinas, tratamientos, quimioterapias ha ocasionado el mayor número de muertes, incluyendo las que se generaron por la pandemia...

...y aún así niega cualquier responsabilidad derivada de su encargo.

Sentenció durante una conferencia matutina: se está con la transformación o en contra de la transformación”, lo que dejó en claro que para él, México se ve en blanco y negro, no respeta la pluralidad, mucho menos la crítica.

Cualquiera que se atreva a disentir se convierte en su enemigo.

El presidente pasa del amor al odio en minutos; ejemplos hay muchos, especialmente de aquellos que desde diversas trincheras le mostraron afinidad e incluso apoyo y que hoy han evidenciado los errores, omisiones y corrupciones (las más constantes y descaradas de las últimas décadas) de su gobierno, porque es imposible no hacerlo ante tanto cinismo.

Carmen Aristegui, Carlos Urzúa, Denisse Dresser, en lo individual, pero también grupos como Seguridad sin Guerra, grupos de feministas que muestran (todavía) un poco de congruencia, son atacados constantemente y acusados de “vendidos, corruptos, enemigos de México, traidores de la Patria”, y un largo etcétera.

México no va bien. Prácticamente retrocedimos en todos los rubros y sus promesas de campaña quedaron en el olvido:
  • Primero los pobres… y los ha olvidado. El dinero no alcanza a las familias para comprar siquiera la canasta básica.
  • Cero corrupción… y es el gobierno más corrupto y opaco de las últimas décadas.
  • Austeridad Republicana… y vive en un palacio; sus hijos y hermanos son los principales impulsores del tráfico de influencias, como ya se  demostró con la Casa Gris.
  • Los militares a los cuarteles… y los mantiene en las calles no por el tema de seguridad, sino por las más de 200 actividades que en una gran parte tienen un efecto corruptor, que será difícil revertir.
  • Cero deuda… y la ha aumentado casi al doble que sus antecesores.
  • Un sistema de salud como en Dinamarca… y estamos en el peor de los mundos sin la atención requerida.
  • No más gasolinazos… y baste ver lo que hoy cuesta el combustible.
  • No más mafia del poder… y son sus principales aliados, esos que nunca pierden.

López Obrador paso de “amar a los mexicanos y ser un luchador social” a odiarnos con sus acciones.

Podrá narrar una y otra vez que le importa México, pero siempre está en el centro de su narrativa, su narcisismo que raya en lo enfermo; todo se trata de él, nunca del país.

Lo peor del caso es que con el peor gobernante que hemos tenido, también contamos con la peor oposición partidista; la que es vulnerable por todos los “esqueletos” guardados en sus closets; la que cambia de opinión y repite sus prácticas; la que no genera opciones y sólo crítica.

Pero aún así, estoy segura que serán los ciudadanos y militantes de a pie los que podrán dar las batallas necesarias de una guerra que durará varios años.

¡Estamos listos!
Adriana Dávila Fernández

Licenciada en Ciencias de la Comunicación por la Universidad del Altiplano del estado de Tlaxcala. Su trayectoria profesional y política la ha desarrollado en los Poderes Legislativo y Ejecutivo Federales, así como en organizaciones de la Sociedad Civil.