La oposición medusa

México no le interesa. Ni los desposeídos de la tierra. Mucho menos la clase media. Para el PRIANRD conservar el status quo. Las sociedades para continuar con los negocios monumentales.

Declararon lastre de sus navíos todos los postulados. Nada de centro. Menos de derecha. Olvidemos a la izquierda. La democracia somos todos.

La cabeza de la medusa. Serpientes de piedra

Mirar a ellos solo estigmatiza. Los fotoperiodistas se dan vuelo con las imágenes de sus reuniones.  Por años hicieron pacto con el narco. En los tres niveles de gobierno.

La plata fluyendo en las venas del sistema. Las elecciones con urnas embarazadas, el ratón loco y hasta los muertos sufragantes.

El gran ogro filantrópico se comió a sus contrarios históricos. Hicieron pactos inclasificables. Repartieron las posiciones a razón de sus bases y voto duro.

Aún así, la derrota, una seguida, les inflamaron los ánimos

Despertó el México profundo. A quienes despreciaron por décadas. La podredumbre de la oposición Medusa carece de legitimidad, arraigo y simpatía.

Van dando tumbos sin timón. Tres capitanes. El mapa para el 2024 augura el naufragio. La orquesta continúa tocando, mientras se hunden. El iceberg de MORENA llegó hasta el cuarto de máquinas.

Ninguna sonrisa impostora podrá ser el camino a la Silla Presidencial

Los 300 distritos electorales de mayoría conocen el mesianismo de la 4T. Del jefe máximo de MORENA.

Solo Movimiento Ciudadano puede ser contrapeso, limitado a Jalisco y Nuevo León.

Los odios de la Medusa griega del PRIANRD

no la marina, a sus correligionarios les tiene reservada la palabra derrota
Gerson Gómez

Morelense de cepa Regiomontana. LCC con especialidad periodismo (UANL). Doctor en Artes y Humanidades (I.C.A.H.M.). Tránsfuga de la mesa de redacción en diferentes periódicos como El Diario de Monterrey, Tribuna de Monterrey, y del grupo Reforma en el matutino Metro y vespertino El Sol. Escort de rockeros, cumbiamberos, vallenatos y aprendices al mundo de la farándula. Asiste o asistía regularmente a conciertos, salas de baile, lupanares, premieres, partidos de fútbol y hasta al culto dominical. Le teme al cosmos, al SAT, a la vejez y a la escasez de bebidas etílicas. Practica con regularidad el ghosting. Autor de varios libros de crónica como Hemisferio de las Estaciones, Crónicas Perdidas, Montehell, Turista del Apocalipsis, Monterrey Pop y Prêt-à-porter: crónicas a la medida.