Los cuadratines

Gerson Gómez DETONA: Malbaratamos la profesión, en 36 años hemos visto como decrece el antiguo oficio del periodismo; muchos de los decanos nacieron en el empirismo, sin las herramientas del conocimiento del movimiento de masas.

Ellos nutrieron en las mesas de redacción, en sus hogares, información de áreas de derecho, psicología, economía, trabajo social e incluso sofisticado gusto por las bellas artes.

Florecieron las escuelas de comunicación, como ahora lo hacen las de gastronomía.

En 1989 pasamos por el área de Cultura del desaparecido Diario de Monterrey, en la misma sección las notas de los espectáculos.

Los reporteros de deportes siempre soñando con campeonatos para nuestra urbe, los de Locales preservaban el castillo de cañonazos de las áreas de prensa de los municipios.

La sección policiaca, el aparador de las bajezas de una sociedad pueblerina y asustadiza, condenaba al pandillero de colonia, al usuario de psicotrópicos y cannabis, al cristalero, jaulero, descuentero, zorrero y hasta el panchero.

Caían una vez cada quince días.

Para la portada, la de ocho, muchas de ellas llegaban por el servicio de agencia.

Los reportajes de investigación eran costosos, lentos y casi por encargo de los dueños, la junta de las siete de la tarde, editores y revisor de la portada argumentando la maravilla de las notas.

Entonces el consejo del propietario al colocar la famosa de ocho, si la puerta del escándalo estaba en puerta, negociar con el político en caída libre.

Los monitores con medida de cuadratín, el humo blanco de la estructura compleja de todo medio impreso, echar a andar las rotativas.

Permitimos acorrientar la profesión, todas las secciones ya no contienden por la premisa o el privilegio de cumplir con la comunidad.

Sobreviven en el escándalo, en el santuario de la banalidad, ahora le llaman estrellas al tik toker, a la muchacha exenta de pudor, a la clonación de espacios infamantes.

Somos esclavos de datos de moral muy relajada e insignificante.

Los periodistas inquisidores, de contrapeso, son solo memoriales de bronce.
Gerson Gómez

Morelense de cepa Regiomontana. LCC con especialidad periodismo (UANL). Doctor en Artes y Humanidades (I.C.A.H.M.). Tránsfuga de la mesa de redacción en diferentes periódicos como El Diario de Monterrey, Tribuna de Monterrey, y del grupo Reforma en el matutino Metro y vespertino El Sol. Escort de rockeros, cumbiamberos, vallenatos y aprendices al mundo de la farándula. Asiste o asistía regularmente a conciertos, salas de baile, lupanares, premieres, partidos de fútbol y hasta al culto dominical. Le teme al cosmos, al SAT, a la vejez y a la escasez de bebidas etílicas. Practica con regularidad el ghosting. Autor de varios libros de crónica como Hemisferio de las Estaciones, Crónicas Perdidas, Montehell, Turista del Apocalipsis, Monterrey Pop y Prêt-à-porter: crónicas a la medida.