No cuadran los datos financieros del sector público federal

Haciendo caso omiso a las disposiciones de la Ley Federal de Presupuesto y Responsabilidad Hacendaria, que establecen que cuando los ingresos presupuestales disminuyen, se debe reducir el gasto en un monto similar, para no incrementar el déficit  presupuestal, el Gobierno Federal contempla mantener el Gasto, lo que incrementará el Déficit de este año.

Si revisamos ahora los Requerimientos Financieros del Sector Público Federal, concepto que se integra con el Déficit Presupuestal MAS el Déficit de entidades públicas fuera de Presupuesto, éstas necesidades de financiamiento suben en $300 mil millones de pesos, (ya incluyendo los $130 mmp del mayor Déficit Presupuestal) por lo que ésa debería ser la cantidad de mayor deuda a contratar, en exceso a la cantidad originalmente estimada.

Sin embargo, el saldo de la deuda (neta) que ellos manejan en sus informes, de una estimación original de $18.4 Billones de pesos al cierre del año, la ajustan ahora a un saldo de $19.0 Billones de pesos, lo que representa un aumento en la colocación de deuda (o en la disminución de disponibilidades) de $600 mil millones de pesos, cantidad cien por ciento superior al aumento en el Déficit Financiero total a financiar.

En notas anteriores he comentado que la estadística de la deuda que maneja Hacienda, la presenta NETA de disponibilidades financieras, por lo que al saldo que en realidad debe, que es la deuda BRUTA, le resta sus saldos en chequera y sus inversiones financieras, por lo que si este saldo aumenta, se puede deber no solo por una mayor deuda bruta, sino por una reducción en sus disponibilidades financieras.

Sin embargo, si se hace uso de las disponibilidades de dinero, éste debe aplicarse a PAGAR gasto, y por ende, se reduciría el Déficit Presupuestal.

Lo cual no sucede, ya que aumenta, por lo que se concluye que los $600 mil millones de pesos que pedirá prestados la Secretaría de Hacienda, en adición a los estimados para todo el año, solo $300 mil millones de pesos tienen clara su aplicación, (a pagar el Déficit adicional) quedando otros $300 mil millones de pesos en el aire, sin que se sepa a donde se va a ir ese dinero.

Obviamente, esa deuda “excedente” no puede ir a la chequera y quedarse como “disponibilidades” ya que si así lo hicieran, el saldo de la deuda “neta” no aumentaría, y como vemos, ese saldo al cierre del año SÍ va a aumentar.

Por otro lado, como lo comentaba en una nota anterior, durante el mes de Septiembre, el Gobierno Federal le otorgó a Pemex un apoyo financiero adicional, no programado

Y fuera del presupuesto aprobado por el Congreso de la Unión, por un monto de $253.8 miles de millones de pesos, lo que ha obligado ahora a la Secretaría de Hacienda a presentar una “doble Contabilidad” de sus estados financieros, una incluyendo este apoyo, y otra excluyéndolo.

Lo cual, obviamente NO tiene ningún sentido ni justificación, ya que si el dinero se gastó y se transfirió a Pemex, presentar datos como si NO se hubiera dado este apoyo, es irrelevante, ya que el “hubiera” no existe.

La realidad financiera, entonces, es que el déficit del Gobierno Federal es realmente superior al originalmente estimado.

En esos $253.8 miles de millones de pesos, mismo sobregiro que NO aparece en el Déficit Presupuestal, porque mañosamente, ahora el Superávit Presupuestal de Pemex aumenta precisamente en ese mismo monto, cosa totalmente absurda, ya que implica que el dinero que recibió Pemex, NO LO GASTÓ, y quedó en caja como Superávit.

Desconozco si las Calificadoras y los Organismos Financieros Internacionales están conscientes de esa manipulación en los datos de las Finanzas Públicas, que a toda costa pretenden maquillarlas para que su verdadera realidad no se conozca.

Este maquillaje ya lo han llevado también a las cifras para 2026, ya que aumentará el gasto en casi $900 mil millones de pesos, sin que aumente el déficit, porque presentan datos increíbles en partidas de gasto, como pensiones, con un aumento de solo 0.5% en términos reales, cuando en los últimos años ha venido creciendo a tasas superiores al 6% real.

Al final, la terca realidad siempre termina por imponerse, y el déficit, sin duda alguna, retomará tendencia a la alza.