¿Quieres saber quién se quedará con las candidaturas a gobernador de NL?
Rodrigo Medina no punteaba inicialmente en las encuestas y Fernando Canales le sacaba —en un principio— una buena ventaja, el l resultado final fue un giro copernicano.
Jaime Rodríguez, el polémico “Bronco”, se disputaba la elección a brazo partido y la incertidumbre flotaba poco antes de que fuera el día de las votaciones, su victoria fue inesperada y, francamente, arrolladora, incluso para muchos de sus propios seguidores.
De un cuarto lugar en las encuestas, el ahora gobernador Samuel García acabó ganando la elección, una vuelta de tuerca en unas cuantas semanas.
¿Pasará un acontecimiento inesperado, de similares magnitudes y alcances, que dé vuelta a lo previsible hasta hoy? Nadie lo sabe.
Pero hay un hecho irrefutable:
Tampoco hay nada que deje intuir quién se quedará con las candidaturas.
De hecho, el escenario es más complejo que en las anteriores sucesiones a gobernador, vivimos tiempos recios, como se titula una novela de Mario Vargas Llosa.
Se espera que el perfil de la candidatura del partido Morena se defina hasta junio del próximo año.
Correrá mucha agua bajo el puente de aquí a entonces —si es que hay agua en estas áridas tierras norestenses—, hasta dar con el nombre que abandere a la 4T en Nuevo León.
Igual pasa con las otras formaciones políticas, tendrán hasta febrero —y hay quienes aseguran que ese plazo se deslizara a marzo— para crear posibles alianzas electorales.
En otros partidos el nombre del candidato ya está más ventilado, ¿pero se lanzará por las siglas que uno supone o lo hará bajo los colores de otro partido?
Otra vez: nadie lo sabe a ciencia cierta.
Ya lo dice el título de otra novela, en este caso del gran Daniel Sada: