¿Quién paga la deuda?
En algunas reuniones que tengo con amigos de Nuevo León, uno de los temas que me comentan que es muy poco entendible para el pueblo en general, es el de los presupuestos, la deuda y, como hace poco me dijo la señora Panchis: “la danza de los millones que nosotros ni le entendemos, ni opinamos”.
Así, millones de personas ignoran que esos presupuestos se hacen con los impuestos y servicios públicos que todos pagamos, igual que la deuda del estado, que nos cuesta a cada contribuyente.
Por ello, es muy importante reflexionar ahora que se discuten las leyes de ingresos y egresos del estado, así como la posibilidad de contratar más deuda pública.
Para entender la dimensión de esta decisión, conviene irnos a la historia.
En 2009, al cierre del gobierno de Natividad González Parás, la deuda estatal era de aproximadamente $25,000 millones de pesos, equivalente al 20% de los ingresos del estado, que rondaban los $90,000 millones de pesos.
Seis años después, en 2015, la administración de Rodrigo Medina prácticamente duplicó ese monto y dejó una deuda de $50,000 millones de pesos, mientras los ingresos estatales apenas alcanzaban los $100,000 millones.
Luego vino el gobierno de Jaime Rodríguez Calderón, que volvió a escalar el nivel. Su administración concluyó con una deuda cercana a los $85,000 millones de pesos, marcando otro incremento histórico, contra aproximadamente $107,000 millones de ingreso en el último año.
Hoy, la situación es aún más delicada.
La administración estatal actual mantiene una deuda que ronda los $130,000 millones de pesos, mientras los ingresos se estiman en $160,000 millones.
Esto significa que la deuda ya equivale al 80 por ciento de lo que el estado capta cada año.
Y, aun así, se buscan contratar otros $16,000 millones, lo que nos colocaría peligrosamente cerca del 100% de deuda respecto a los ingresos.
Hoy, cada nuevoleonés nace prácticamente con una deuda de $20,000 pesos por cubrir.
