Matones reales, protectores cosméticos
No es que la tuviera.
Es que era el único campo donde se percibía un cambio y había algunos logros.
El cambio puede seguir, la credibilidad no.
El estropicio no pasó en blanco para el gobierno.
Inusitadamente, Palacio y Morena emitieron mensajes de condolencia, con las promesas anodinas de rigor: se hará justicia.
La Defensa y la Secretaría de Seguridad revelaron que el alcalde asesinado tenía protección personal de 14 elementos.
Peor: se dijo en las redes que, o no sirvieron, o fueron cómplices.
Al gobernador michoacano, Ramírez Bedolla, no lo dejaron estar en el velorio del asesinado en Uruapan.
Le gritaron “¡Asesino!”.
Y en Morelia le vandalizaron el Palacio de Gobierno.
Ridículamente, el coro oficialista pidió no politizar el hecho, como si pudiera haber algo más político que el asesinato de un alcalde al que el gobierno federal le negó la ayuda y al que el gobernador local le dio un trato tan ligero, como a otros munícipes asesinados.
Tiene pedigree Ramírez Bedolla en que maten alcaldes michoacanos sin que él meta las manos, ni antes ni después de los crímenes, en esencia impunes.
Han ejecutado a siete alcaldes durante su gobierno:
- Enrique Velázquez Orozco (PRI), alcalde de Contepec, 2022;
- César Arturo Valencia Caballero (PVEM), Aguililla, 2022;
- Yolanda Sánchez Figueroa (PAN), Cotija, 2024;
- Guillermo Torres Rojas (PRI), Churumuco, 2024;
- Salvador Bastida García (Morena y PVEM), 2025;
- Martha Laura Mendoza Mendoza (Morena), Tepalcatepec, 2025;
- Carlos Manzo Rodríguez (independiente), Uruapan, quien pintaba para ser candidato a gobernador del estado.
Más político, ni Morena.
En materia de violencia y seguridad, la pedagogía del crimen es real.
Dice “te voy a matar” y te mata.
La pedagogía del gobierno es cosmética.
Dice “te voy a proteger” y deja que te maten.
“¿Qué proponen?”, pregunta la Presidenta a quienes hablaron del asesinato en redes y en medios, en una avalancha informativa del tamaño del hecho.
No sabemos lo que está dispuesta a escuchar la Presidenta.
Hasta ahora, muy poco.
Pero no importa aquí lo que alguien proponga, sino lo que el gobierno haga.