El carnicero del INE

¿Carnicero del INE o de la democracia? ¿Cómo calificar a este presidente incapaz de gobernar y al que solo le obsesiona destruir instituciones para eternizarse en el cargo?

López Obrador ha hecho cuando menos cuatro intentos por quedarse de manera vitalicia en la presidencia de la república.

La primera se la encargó a su amigo el ex gobernador de Baja California Jaime Bonilla, la segunda al presidente de la Corte Arturo Zaldívar. En ambos casos el objetivo era ensayar la prolongación de sus respectivos encargos.

Después, intentó que su partido ganara la mayoría calificada en la Cámara de Diputados para imponer una Constitución reeleccionista.

Y el cuarto intento es la consulta de revocación de mandato cuyo fracaso premeditado serviría para justificar la desaparición del INE a través de una reforma que permita al presidente apoderarse del órgano electoral.

Sí, López propuso la consulta de revocación para tender una trampa al INE.

Ordenó perversamente a los diputados de Morena no darle un solo peso al instituto para obstaculizar su realización y acusarlo de pisotear los derechos democráticos de los ciudadanos.

El mismo ha puesto al descubierto el verdadero propósito de su insidia.

Si el INE no quiere hacer la consulta que la haga el pueblo. La democracia la hace el pueblo, no los aparatos administrativos. Nosotros ganamos la elección por el pueblo, por la gente.

El presidente hace creer que el INE es una oficina burocrática más.

La despoja del peso que tiene dentro del orden constitucional y el respeto a los derechos humanos para minimizar su futuro asesinato.

Asesinar al INE para que sea el pueblo, es decir, él mismo, quien organice y decida el resultado de los comicios.

El señor López cree que por haber ganado las elecciones tiene derecho a desconocer leyes e instituciones.

Supone que las urnas le dan patente de corzo para descuartizar al INE, atropellar el derecho ciudadano a tener elecciones libres y adueñarse de los resultados electorales.

El juicio político en contra de los consejeros del INE —-por aplazar el proceso de revocación- forma parte de una campaña brutal del régimen en contra de la autonomía de una institución que estorba a los tiranos por obligarlos a respetar la voluntad de los electores.

Y eso es exactamente lo que no quiere López.

Necesita deshacerse del entramado institucional y jurídico que pone límites a su apetito autocrático.

Para él la democracia solo es democracia cuando no hay controles que le impidan atropellar derechos, principios y libertades.  

Al anunciar el aplazamiento de la revocación de mandato por falta de recursos, el presidente del INE Lorenzo Córdova dirigió indirectamente una pregunta a AMLO:

¿Quiere o no quiere la revocación de mandato, porque salidas hay?

Si López Obrador quiere que se lleve a cabo una consulta bien hecha tendría que instruir a los diputados de Morena para que hagan un ajuste al presupuesto o bien ordenar a la secretaria de Hacienda a que entregue los recursos necesarios.

Pero lo que menos quiere el presidente, es la realización de una consulta que ya perdió de manera anticipada.

Si realmente fuera tan popular -como indican las encuestas-

¿por qué le ha costado tanto trabajo a su partido recabar las 2.7 millones de firmas?

¿Por qué han tenido que disfrazar a morenistas de organizaciones civiles bajo el mote de “Que siga la Democracia” para, al final, recaudar firmas apócrifas y credenciales de elector falsas?

La duda en todo esto es ¿cómo va a resolver la Suprema Corte de Justicia de la Nación la controversia constitucional que presentó el INE en contra del raquítico presupuesto que le asignó el Congreso y le impide realizar la consulta?

La única instancia que puede poner un alto al descuartizamiento que lleva a cabo el autócrata presidencial en contra del INE es el Poder Judicial.

Los señores ministros saben que detrás de esta andanada de desprestigio en contra de los consejeros electorales hay la intención de instituir una dictadura.

La Corte, otra vez más, tiene que decirle al pueblo de México de qué lado está: 

del lado del tirano o de la ley. No hay más.

Los ciudadanos tenemos que acompañar al INE en esta guerra que hoy enfrenta contra un carnicero de la democracia.

Un carnicero que hace estallar bombas aquí y allá para convertir a México en una Guernica. 

En una nación con sociedad e instituciones desmembradas.

El acoso al INE es terriblemente premonitorio.

Es el anuncio de que...

...en Palacio Nacional se sigue gestando la devastación de la democracia mexicana.
Beatriz Pagés Rebollar

Directora general de la Revista “Siempre”, una de las más influyentes de México, fundada en 1953 por su padre, Don José Pagés Llergo. Ha formado parte de los equipos de Televisa, Canal 11, Multivisión, CNI, Canal 40 y es comentarista política de numerosos medios. En 2019 renunció al PRI, donde militó gran parte de su vida.