El día que me quieras

Dr. Morales DETONA® Por lo general, en los altos vuelos de la intelectualidad literaria y de la literatura científica incluidas todas las ramas y niveles de la actividad humana, tanto de la filosofía, como de la ciencia, como de lo empírico y de lo serendípico, el título de algún artículo debe tener coherencia, congruencia, describir en pocas palabras el contenido de la obra y estar estrecha y estrictamente relacionado con lo escrito en el artículo u obra, en éste caso muy probablemente vaya a decepcionarlos al respecto.
https://vimeo.com/1091444957
 ¿El día que me quieras? ¿Qué tiene que ver con lo escrito? Bueno pues, primero que nada........ cada quien.

Resulta que, un buen día, me encontraba yo sacando, resolviendo y atendiendo la consulta de Reumatologia en mi tercer año de la residencia de Medicina Interna y súbitamente en un ínter se presenta ante mí uno o una o une de mis tantos detractores, envidiosos porque la vida siempre me ha favorecido y ha cumplimento cada una de mis necesidades biológicas y básicas de una forma qué no me queda más que agradecerle a Dios infinitamente por todos los privilegios inmerecidos recibidos. 

Volviendo a mi contrincante de marras, venía muy alegremente a comunicarme de que en el quirófano se estaban realizando 2 trasplantes de riñón y que a mi me tocaba cuidarlos en el posoperatorio inmediato y que lo más probable es que yo no pudiera con el paquete, echara malas y me corrieran de la residencia, y se despidió, prometiéndome que nos veríamos al día siguiente.

Le realizé una mentada de madre hipersonora y adornada, mental por supuesto y procedí a terminar de ver a los poco más de 30 pacientes reumatológicos correspondientes a ese día.

Poco después de las 13:00 hrs, me dirigí al comedor a recibir mi opíparo platillo (en hospital de enseñanza, con quien uno debe estar bien es con las chicas del comedor) y a prepararme mentalmente para manejar la tormenta texana atípica qué se me iba a presentar, sí cuidar a un trasplantado de riñón en el postoperatorio era una friega de perro bailarín, cuidar dos representaba una hecatombe, me sonó a Bullying,

¿Qué les costaba poner a otro R III a cuidar al otro paciente? Ahh!! No, jódanse a Morales, para que se le quite. Bueno, pues, "haiga sido como haiga sido".

Llegué al área de cuidados posoperatorios, implementada en este caso en el extremo oriente del sexto piso del Antiguo Hospital de Especialidades 21 del IMSS, previamente te desinfectada y fumigada, impecable y lista.

Se habían recibido dos riñones de cadáver para ser trasplantados en dos diferentes pacientes portadores de insuficiencia renal crónica, un muchacho joven de 23 años de la colonia Niño artillero aquí en Monterrey y una paciente femenina de 39 años de Reynosa Tamps.

Trasladada ésta última urgentemente para el procedimiento quirúrgico.

Ya inspeccionada, el área recibí   a los pacientes sus condiciones clínicas vitales básicas e instruí al personal de enfermería acerca de que se iban a tratar los cuidados más importantes en el paciente mujer y hombre, mantener signos vitales, vigilar sangrado, medir diuresis horaria (cantidad de orina emitida por hora), reponer la diuresis al 50% cada hora, detectar datos tempranos de rechazo al trasplante, vigilar estado de conciencia estrechamente, entre otros.

Como era el número de medicamentos a utilizar por vía intravenosa por supuesto, bueno, pues, así fué, media hora con un paciente, media hora con otro paciente, y así se pasó rápidamente el turno vespertino,

Hubo cambio de personal para el turno de noche e igual de comedidos (un enfermero de noche fué hombre, parece que hoy es un connotado médico de la comunidad), igual transcurrió el horario nocturno, media hora con un paciente media hora con otro paciente y anotando en los expedientes de manera rigurosa y apegada a la realidad la evolución clínica que los pacientes iban presentando, sin omitir datos relevantes.

Por ahí de las 02:00 hrs. estaba yo observando brevemente el panorama hacia la calle Cuauhtémoc y el enfermero me dice que dije "qué choquezón hubo allá abajo", el enfermero se asomó y me dijo "ya anda muy cansado Doctor, échese  una pestañita", no había donde ni como, "vamos a seguirle", 

Así nos sorprendió el amanecer y alrededor de las 07:00.

Se presentó una de las principales bestias y vacas sagradas de la nefrologia a revisar qué habíamos hecho y que estropicio se pudiera haber realizado, le dedicó 10 minutos a cada paciente expediente.

El joven había orinado poco más de 20 litros y la paciente más de treinta litros, se habían mantenido bien y los datos de laboratorio mostraban buen equilibrio electrolítico y ácido-básico, despiertos y alerta, sin signos de rechazo o sangrado. 

"Contra todos los pronósticos, te mereces el desayuno y el descanso".
La apoteosis qué siguió se las describo después, hasta ahí le dejamos.
https://vimeo.com/1091496933
https://vimeo.com/1015118818
https://vimeo.com/1089261994
https://vimeo.com/1091599378
Dr. Morales

Médico Internista desde 1979 hasta la actualidad, jubilado, dedicado a la investigación clínica, aficionado pasionalmente a la Salud y sucedáneos, el Rock and roll y el Foot Ball americano.