El grave error de la seguridad en México

Los llamados “C4” y “C5” son una tomadura de pelo. Ese modelo está 20 años atrás de las más evolucionadas tendencias mundiales en seguridad. ¿Quieren saber cómo se resuelve esto?

Los que operan en las municipalidades se llaman C4, y C5 los de los gobiernos de los estados; pero ni sumándolos para convertirlos en C9 lograrían bajar los índices delictivos en la mayor parte del país.

Ostentosamente las autoridades les nombran a los C5 “Centros de Control, Cómputo, Comunicaciones y Contacto Ciudadano”. Si eliminamos una “C” –la que quieran– tenemos a los “4” de los municipios.

El más grande de todos ellos, el de la CDMX, monitorea 14,000 cámaras de videovigilancia repartidas en toda la ciudad.

MOSCAS OPERANDO LOS C4 Y 5

El número de personas que revisa ese mundo de equipos es como para pensar que fueran moscas, por lo de que esos insectos tienen dentro de sus dos ojos, miles de lentes telescópicos individuales, que apuntan en todas direcciones formando una imagen global, lo que les da un campo visual sin puntos ciegos. 

Pues no, no son moscas las que vigilan las cámaras de los C5... o 4s, lo cual vuelve vulnerable su función de vigilancia y esto se resume en el tiempo de reacción que a nivel nacional tienen estos centros instalados en el territorio mexicano: de 10 a 20 minutos en el mejor de los casos. En el peor, no hay respuesta.

Por eso los datos del Observatorio Nacional Ciudadano contra la Delincuencia revelan que el 80% de los delitos captados por las cámaras de dichos centros, queda impune. 

VEN LO QUE SUCEDIÓ EN UNA AUDITORÍA QUE ME PIDIERON DE UN C5

En una auditoría que me pidieron hacer al C5 del gobierno de Nuevo León, lo primero que detecté fue que la inversión reportada para construirlo fue de $15 millones de dólares, entre construcción y equipamiento.

Según mis cálculos, construirlo y equiparlo no debió costar más de $1 millón de dólares. Todo lo demás seguro fue a parar a los bolsillos de políticos corruptos.

1.- LOS CCGI

Existe un grave error en la forma en que fueron conceptualizados los C5 de México: son para reaccionar (y bastante tarde, por cierto) ante los delitos, no para disuadir a los delincuentes.

Disuadir: el ejemplo es muy sencillo. ¿Qué vehículo intenta robar el ladrón en un estacionamiento? ¿el que muestra visible y ostentosamente un bastón atravesado al volante y candados en los neumáticos, o el que a su lado no tiene ninguno de estos aditamentos? El delincuente quiere arriesgarse lo menos posible y lo va a intentar con el objetivo más fácil.

Lo más avanzado del mundo es la operación de un Centro de Control Geográfico Inteligente CCGI (así se les llama en mi país, Israel) que cubre zonas protegidas segmentadamente desde varios puntos, más que con cámaras, con dispositivos que adviertan al delincuente que si intenta algo ahí, corre riesgo de meterse en problemas. 

2.- LOS C4 Y 5 SON GEOGRÁFICAMENTE GENÉRICOS

No dan resultados porque pretenden controlar la seguridad de toda una ciudad desde un solo punto.

Lo que sí funciona, es crear un CCGI –por ejemplo– para proveer una seguridad especializada en cada segmento

A los estudiantes de los colegios o universidades ubicados en la misma zona.

A las juntas de vecinos de varias colonias de un mismo sector.

A los dueños, personal y clientes de uno o varios centros comerciales.

A los empresarios, instalaciones, vehículos y gente que trabaja en un parque industrial.

A los socios de los clubes deportivos y sociales.

A los transportistas de carga o de pasajeros y empresas del ferrocarril cuyos equipos recorren una ruta determinada.

Consecuentemente, en una sola ciudad o estado pueden cohabitar todos los CCGI posibles, y como su construcción, equipamiento, operación, mantenimiento y servicio es pagado por las cuotas que aportan las propias comunidades que se sirven de ellos, a manera de socios de un “club de seguridad”, representan una “carga menos” para las policías municipales, estatales, federales… y fuerzas militares.

QUÉ ILUSOS...

La llamada proviene del C4 del que era el municipio modelo de México; San Pedro Garza García.

Una operadora pide hablar con los ocupantes de la casa y cuando uno de ellos se pone al teléfono, la operadora le dice que con mucho gusto ordenará una vigilancia especial en su colonia en las vacaciones de diciembre.

“¿Me puede decir si piensan salir de la ciudad y de ser así, durante qué periodo?”.  El dueño de la casa le agradece la atención y responde: “pero no será necesario, porque aquí vamos a estar”.

Y apenas cuelga le dice a su esposa: “éstos están locos. Decirles que vamos a salir y en qué fechas es como poner la iglesia en manos de Lutero”. 

Un modelo diseñado con el concepto de seguridad segmentada geográficamente, puede ser operado por cualquier municipio o estado del país, pero a juzgar por cómo actúan los políticos a la hora de presupuestar, licitar, concursar, construir y comprar, quizá convenga dejar las cosas hasta el punto 2...

Ron Zelig Ziv

Teniente Coronel retirado de la Marina del Estado de Israel, egresado del “Curso de Oficiales Navales”, considerado grupo militar Elite. Actualmente es Director corporativo de RCD Hoteles, Hard Rock, Nubo. Ha sido jefe de seguridad de tres Primeros Ministros israelíes y de celebridades como el multicampeón de Fórmula 1, Lewis Hamilton. Es experto en inteligencia aplicada a temas de seguridad nacional.