Fuera De La Caja

Gambito de dama

Macario Schettino DETONA® La preocupación de Morena se centra en otro punto de inflexión. Para ellos, lo relevante es evitar que su ‘pueblo’ se desinfle, porque, por su propia definición, eso implica el ascenso de la ‘derecha’.
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Una característica de los últimos dos gobiernos, ambos de Morena, es su irresponsabilidad.

Nunca son responsables de nada.

Acusaron continuamente de corrupción a otros gobiernos, mientras en los suyos han ocurrido los casos más grandes de saqueo.

Achacan la violencia a decisiones de otros gobiernos, el mal desempeño de la economía a eventos externos y, cuando es necesario, culpan a los neoliberales, luego a los conservadores y ahora la derecha.

Entendíamos que los neoliberales eran los funcionarios y simpatizantes de los gobiernos de los últimos 30 años, de Salinas a Peña Nieto.

Luego, cuando los culpables resultaron ser los conservadores, ya no estaba tan claro a quiénes se referían, pero con el término “derecha”, la confusión es total.

No queda sino suponer que “derecha” es un término que abarca a todo aquel que no es parte del “pueblo”, que a su vez se define como todos los que no son de “derecha”.

Definición circular donde las haya, se parece mucho a cómo definía Mussolini a los italianos, quien no estaba con él, estaba contra él.

Todo dentro del Estado, nada fuera de él, o como Fidel, todo dentro de la Revolución, en suma, se trata de una definición profundamente autoritaria, que hermana al fascismo con el comunismo, eso, pues, es Morena.

Si vemos los resultados de la última elección legislativa, en 2024, el “pueblo” sumaría 55% de los mexicanos, mientras la “derecha” alcanzaría 45%.

Puesto que en los 16 meses que han pasado desde esa elección lo único que hemos visto es deterioro económico y político, violencia creciente y destrucción definitiva del Poder Judicial, creo que podemos suponer que los dos grandes grupos en que Morena divide el país son al menos del mismo tamaño, si no es que el “pueblo” es ya minoritario.

Los seguidores de Morena insisten en utilizar la popularidad presidencial para convencerse del amor que el “pueblo” tiene por ellos.

Pero esa popularidad era similar en aquella elección, y sus candidatos no recibieron el amor que esperaban, por eso después se lo robaron, en ese golpe de Estado que no quieren reconocer.

No creo que vuelvan a arriesgarse y por ello les urge la reforma electoral y, en lo que la consiguen, adelantar la revocación de mandato para hacerla coincidente con la elección de junio de 2027.

Eso permitirá a Sheinbaum hacer campaña desde la presidencia, les urge que sea así, porque ya no podrán crear una burbuja de ingresos como la que le permitió a López Obrador heredar el puesto a Sheinbaum.

En todos los procesos de deterioro, lo más importante es detectar el punto de inflexión, el cambio de tendencia, eso, por ejemplo, esperan los colegas economistas para ver si de verdad puede haber algo de crecimiento para el próximo año.

Eso esperamos todos en el tema de la inseguridad, porque la insistencia gubernamental en la reducción de homicidios, mientras crecen las desapariciones, la extorsión y los ataques directos a liderazgos locales, no es sólo absurda, sino insultante.

Pero para Morena eso no tiene importancia.

Su preocupación se centra en otro punto de inflexión, para ellos, lo relevante es evitar que su “pueblo” se desinfle, porque, por su propia definición, eso implica el ascenso de la “derecha”. Veo rumores del regreso del embustero, en lo que sería una jugada arriesgada.

Si de verdad hará gira nacional promocionando un nuevo libro, tendremos el reconocimiento definitivo del fracaso de Sheinbaum.

Y si en esa gira se va encontrando más derecha que pueblo, más reclamos que aplausos, el fracaso será del movimiento entero.

No tengo idea de si los rumores son ciertos, pero si lo fuesen, el Gambito de dama que ello implica acelerará el jaque mate.

Insisto, y no hay quien recoja las piezas.
Macario Schettino

Profesor de la Escuela de Gobierno del Tecnológico de Monterrey.