La decadencia de las costumbres

Se factura al fracturar la conciencia. Trabajo sexual también es trabajo.

Llame a onlyfans por su nombre. Prostitución.

Varones, hembras, personajes de cosplay, pies sin cabeza y fauna no binaria, han encontrado la supervivencia en la venta de contenido explicito.

Videos, interacciones, grupos por whatsapp y telegram, movimiento de citas, pague ahora y al llegar concluya la operación.

Los nuevos proxenetas toman de la vida alegre, de las necesidades, aquellas quienes no cuentan con medios de mejoría social, de dinámica para un trabajo justo y salarios decentes, la belleza impostada.

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Presentaciones en eventos sociales se cobran aparte. Incluir translado, catering y gustos a la medida de las contratadas.

El universo mexicano tiene en las zonas metropolitanas a los mayores consumidores. Construir una carrera competente pasa por los laboratorios de modificaciones anatómicas. Inversiones, regalos, tunear la mercancía.

Eso es. Entre más plástico. Implantes con chips electrónicos. Date el gusto de desafiar la genética. En este deporte extremo los caminos entre empresarios, criminales y estrellas del onlyfans se toman de las manos.

Hacen rondas por las playas y los destinos turísticos. Músicos y encueradas hacen un feat. Vaya forma de contribuir a las carreras meteóricas y desechables.

Pasar del escandalo a la impropiedad. Adiós al castillo de la pureza. Hasta siempre al primer amor.

Autos, moda, tatuajes, rock, drogas, viajes y cuentas en el banco. No hay fijón. Mamá lo sabe. Papá se hace el desentendido. La hermana menor es guiada por la primogénita.

Todo circo termina cuando cae el telón. A balazos, por la edad o en una clínica de rehabilitación.

Tan etérea e intrascendente, la costumbre de ser hijos de casa, estudiar o elaborar una hoja de vida.

Lo cool es el depa, los romies y quedar inconscientes, en una fiesta de toda la semana.

Gerson Gómez

Morelense de cepa Regiomontana. LCC con especialidad periodismo (UANL). Doctor en Artes y Humanidades (I.C.A.H.M.). Tránsfuga de la mesa de redacción en diferentes periódicos como El Diario de Monterrey, Tribuna de Monterrey, y del grupo Reforma en el matutino Metro y vespertino El Sol. Escort de rockeros, cumbiamberos, vallenatos y aprendices al mundo de la farándula. Asiste o asistía regularmente a conciertos, salas de baile, lupanares, premieres, partidos de fútbol y hasta al culto dominical. Le teme al cosmos, al SAT, a la vejez y a la escasez de bebidas etílicas. Practica con regularidad el ghosting. Autor de varios libros de crónica como Hemisferio de las Estaciones, Crónicas Perdidas, Montehell, Turista del Apocalipsis, Monterrey Pop y Prêt-à-porter: crónicas a la medida.