¿Austeridad? ¡NO. Es corrupción! Episodio II
¿Les platico? ¡Arre!
Primero, una precisión: OMA en México es el acrónimo del Grupo Aeroportuario del Centro Norte, S.A.B. de C.V., que opera 13 aeropuertos en el territorio nacional y cuyo director general es Ricardo Dueñas Espriu, quien ocupa ese cargo desde noviembre 2018, apenas tomó protesta Andrés Manuel López Obrador.
OmaCarga es la filial que maneja lo que su nombre indica y es estrechísima su relación con la Asociación Nacional de Aduanas de México (ANAM) creada el 1 de enero de 2022 por decreto del ex presidente López Obrador.
La otra OMA es la Organización Mundial de Aduanas, un organismo indispensable para la administración aduanera de cualquier país.
OMA -la de los aeropuertos de México- tiene un rendimiento anual promedio del 13%, según me dijeron los representantes de algunos de los fondos de inversión que la conforman.
Los otros consorcios que operan los aeropuertos en México son:
- Grupo Aeroportuario del Pacífico (GP).
- Grupo Aeroportuario del Sureste (ASUR).
- Y ASA, Aeropuertos y Servicios Auxiliares, como empresa estatal encargada de la administración y operación de todos los que operan en México, que incluye pasajeros, carga y provisión de combustible a las aeronaves.
OMA es el más rentable de todos y lo que ahí ocurre respecto a las aduanas interiores, aplica a los otros.
El standard de utilidades que reportan las aerolíneas nacionales -no las extranjeras- oscila entre el 0.5 y 3%
El margen que queda a las agencias aduanales en su relación con ANAM y OMACarga es de -2% y hasta -3.5% desde que la Guardia Nacional se hizo cargo de las aduanas interiores en todo el País.
En mi artículo de ayer detoné que en los últimos seis meses han cerrado cuatro agencias aduanales, solo en Monterrey.
Me faltó decir que a nivel nacional han quebrado 12 en todo el País.
La razón es la misma: La rampante corrupción que campea en las aduanas interiores desde que la Guardia Nacional se hizo cargo de esos enclaves para el manejo del comercio exterior.
Pero hay otro dato igual de preocupante: ayer me llamaron los representantes de tres empresas que contratan los servicios de agencias aduanales para la liberación de sus productos en los aeropuertos de Monterrey.
Los "moches" que la tropa de la GN cobra a las agencias para liberar los productos de sus clientes, terminan pagándolos en la mayoría de los casos, éstos últimos.
Y no hay de otra: si quieren sobrevivir tienen que trasladar esos costos al broker o comercializador de dichos productos y éstos hacen lo mismo hacia el último consumidor.
Esto significa que al final de cuentas, quienes también quedamos "chiflando en la loma" somos los que consumimos los productos que se importan en México.
- Otro aguijón de corrupción clavado en el corazón de la economía mexicana.
- Mañana, cambio completo de programa, sin faltar el Incomparable Iván y toda la Compañía, + la irreverente de mi Gaby, reportándose desde la antigua Constantinopla, hoy Estambul, la cuna de la civilización.