Democracia: ¿Ilusión, realidad o estafa?
Abrí Instagram para sonsear y hasta me avisó para participar con alguna historia y sticker
Todos los medios de comunicación nacionales están repletos de este acontecimiento al que no sé si llamarle ilusión, realidad o estafa. Las noticias anuncian lo que acontece: cómo, dónde y chanchullos, mexicanadas (por no llamarlas otra cosa peor), desde acarreos hasta acordeones y el famoso comportamiento de manada (lea mi artículo ¿Inteligencia o estupidez colectiva? como advertencia).
Para ponerlos en contexto, se considera que a finales del siglo VI a. C. se consolidó la democracia en Atenas, Grecia. Solo varones podían votar. Luego la historia se encargó de “modernizarla” con Cartas Magnas y revoluciones, pero ¿qué hemos aprendido y ejercido? Es fecha que la democracia está lejos de ser perfecta y hay manos que mueven hilos; a pesar de buenos candidatos, siempre coexisten con los malos y los malitos.
Los ciudadanos se mueven, investigan, no queda de otra porque en México, el país más surrealista del mundo, siempre hay imposiciones o desapariciones de organismos autónomos, knock! knock!, ahí te hablo, deplorable AMLOCO.
El sistema está enfermo, corrupto. Me contestó Chat GPT lo que todos ya sabemos:
México enfrenta serias deficiencias en el estado de derecho que limitan el disfrute pleno de los derechos políticos y las libertades civiles. La violencia perpetrada por grupos criminales organizados, la corrupción entre funcionarios públicos, los abusos de derechos humanos por
parte de actores estatales y no estatales y la impunidad generalizada son algunos de los problemas más visibles en el país.
Según The Economist Intelligence Unit, México ocupa el puesto 84 a nivel mundial en cuanto a democracia se refiere y está reprobado con 5.32 sobre 10 con problemas en el funcionamiento del gobierno, participación política y libertades civiles.
Aun así, creo en hacer algo, no en la apatía. Mi formación artística de hace más de 30 años me permite tener un libre pensamiento crítico, abogar por la libertad de expresión y la inagotable búsqueda e implementación de los ideales.
Así que, dentro de las múltiples opciones que tenemos como candidatos a puestos claves para formar parte del Poder Judicial, presenté a dos hace semana y media, por parecerme gente muy capaz, con excelentes currículos y, sobre todo, honestos: el Lic. Eliseo Alejandro Garza García, candidato a Magistrado en Materia Administrativa en el Estado de Nuevo León y a la Dra. Sara Irene Herrerías Guerra, candidata a Ministra de la Suprema Corte de Justicia de la Nación. Chéquenlos ustedes mismos, saquen sus conclusiones.
Creo que la mayor parte de la gente no va a votar porque no cree en el sistema, porque dicen que todo es una farsa y quizá tengan razón. No obstante, yo soy de las que prefiero actuar que no hacerlo, así sea con este artículo. Un amigo que trabaja en el Poder Judicial me mandó una guía sacada por los mismos ciudadanos todo fact checkeado, también una lista negra de nombres por los que no hay que votar por su dudosa carrera y/o nexos con el crimen. Ya somos dos movidos y estoy segura de que ustedes, queridos lectores, también lo son.
Pero está tan podrido el sistema, que incluso están gentes jugándole bromitas a Plácido Garza con la inteligencia artificial por incomodar a bastantitos. Ser irreverentes y políticamente incorrectos tiene su precio, pero, cuando menos no estamos a la venta.
Estoy segura de que, la mayoría somos ciudadanos preocupados por el presente y futuro de la nación, estamos deseosos de aportar, somos comprometidos con este país que tanto amamos y que también nos necesita, especialmente en estos momentos de inseguridad, corrupción,
impunidad, desaparición de organismos autónomos, el peligro que corren las garantías individuales en manos del crimen e incertidumbre jurídica.
Indistintamente del partido político con el cual comulguen en lo individual, lo importante es que ustedes decidan con determinación no ser apáticos y ejerzan su derecho al voto en el ejercicio de la democracia, no por endosar a un sistema corrupto, sino para movilizarnos y no dejarnos pisar como tapetes de puerta.
Todos tenemos grandes ideales, eso es lo que nos une.