Manual de instrucciones para vivir en la nueva modernidad

Carlos Chavarría DETONA® Con la revolución industrial durante el Siglo XIX nos dio por creernos que ya estábamos en la modernidad y que nada podía detener la marcha de la civilización impulsados por la tecnología, pero algo tenía que salir mal.
https://vimeo.com/1091444957

La modernidad trajo como consecuencia una serie de problemas o contradicciones, generados a partir del incumplimiento de las promesas de igualdad, libertad y justicia que se planteó como proyecto.

 Hoy con las tecnologías de información o la revolución de los datos, volvemos a creer que sì existe la modernidad, pero la fragmentación de todo lo humano y la velocidad de cambio hacia lo efímero empiezan a conspirar contra el humanismo en sí.

Modernidad y evolución no son lo mismo.

La palabra evolución posee un carácter por sí misma que hace referencia a una plusvalía en cada escalón del proceso evolutivo en sí, esto significa que damos por sentado que ocurrirá una mejora competitiva de todas las especies vivas que se encuentran en la misma senda compartida.

Lo cual no es necesariamente cierto en el caso del mundo creado por los humanos, donde resulta cada vez más evidente por ejemplo que la “evolución” sobre la senda hacia un mundo tecnomorfo presenta al mismo tiempo la degradación de cualidades y habilidades de todo tipo netamente humanas como las emocionales, cognitivas y de lenguaje.

A medida que la tecnología va impulsando la especialización del conocimiento también las habilidades se van fragmentando para su uso, haciéndonos cada vez más dependientes del “aparato y su diseño por otros” y perdemos un sinnúmero de capacidades para improvisar soluciones para problemas, sean cotidianos o de complejidad creciente.

 Mucho antes del advenimiento de las computadoras personales la necesidad obligaba a privilegiar el método analítico para la solución de problemas de diseño diverso y todo se podía hacer por cualquier estudiante de ingeniería y ciencias mediante una simple y primitiva regla de cálculo.

Hoy el diseño de modelos analíticos o icónicos de todo tipo se encuentra a la mano desechando la necesidad de comprender las interacciones y casos de uso potenciales para toda aplicación, trátese de construcción civil o de naves espaciales, armas, o herramientas diversas,  que hoy  pretenden convencernos de sus capacidades potenciales substitutas del razonamiento humano.

 No es lo mismo diseñar mecanismos para transformar la materia o la energía que trabajar en situaciones centradas en lo humano que aún sobrevive dentro de cada uno de nosotros y que nos dota de singularidad, por más que la cultura occidental pretenda la homogenización y estandarización en los seres humanos.

Mucho ha contribuido el abuso en la aplicación del pensamiento sistèmico, tratando de extenderlo al ambito de todo el mudo humano, el  mismo error de Descartes (Damasio, AR (1994).

El error de Descartes: emoción, razón y el cerebro humano.GP Putnam). Si bien el pensamiento sistémico permite ver las “totalidades e interrelaciones” haciendo más accesible la complejidad, solo es una herramienta que puede coadyuvar a entender el fenómeno humano pero no resuelve el problema humano en sí.

 Un ejemplo triste. Hace algunos un días un joven adolescente cometió suicidio asistido por Chatgpt que lo guio en su terrible proceso.

Casos como ese tipo serán cada vez más comunes debido a la insuficiencia de análisis de causas que está implícito en todos los modelos que equivocadamente han bautizado como “inteligencia Artificial”.

Que no es sino un análisis de patrones estadísticos de lenguaje natural aplicado, en este lamentable caso, a opiniones y sentimientos que es muy popular en la mercadotecnia moderna y que se captura a partir de la interacción en redes de info

La nueva modernidad o modernidad líquida (Bauman, zygmunt) es como si la posibilidad de una modernidad fructífera y verdadera se nos escapara de entre las manos como agua entre los dedos.

Este estado físico es aplicado a esta teoría de modernidad en el sentido de que, posterior a la segunda guerra mundial, nos encontramos con por lo menos tres décadas de continuo y próspero desarrollo, en el que el ser humano encuentra tierra firme para ser y relacionarse con los demás.

 Años más tarde, este mismo desarrollo, traducido en la ciencia y la tecnología, así como también en lo político, económico, intercambio cultural, apertura de mercados, globalización, ha llevado al ser humano a alejarse de aquello con lo que se mantenía unido, la sociedad.

Es decir, de una sociedad sólida pasa a una sociedad líquida, maleable, escurridiza, que fluye, en un capitalismo liviano.

 

Bauman nos explica que ante la posibilidad de cambios reales, podemos reaccionar de una manera favorable al sentirnos cada vez más independientes y rectores de nuestro destino, pero también habrá quienes se sientan con miedo ante tales circunstancias.

Ser independientes no es tan fácil, la liberación-emancipación puede traer consecuencias a las que no estamos acostumbrados; nos consideramos modernos, pero no lo somos.

Primero porque hay deficiencias que subsanar en diferentes rubros; segundo porque dentro de algunos años, esta modernidad dará paso a otra, pero necesariamente tendrá que dar paso a otra concepción.

Para Bauman, el hombre deja de lado esa sensación de satisfacción y bienestar, derivados de la industrialización posterior a la segunda guerra mundial y busca su libertad.

Considera que esa libertad conseguida con su emancipación, ha hecho que el hombre se vaya guardando más para sí mismo, despreocupándose aún más de lo que sucede a su alrededor.

 No podemos en lo individual detener el proceso en el que ya estamos inmersos que es claramente involutivo, pero si debemos formularnos lo que deberíamos hacer para no perdernos, es así que les propongo que cada uno elaboremos nuestro manual de instrucciones para persistir y que la dinámica del mundo trabaje a nuestro favor.

 

Diez Elementos Clave del Manual para sobrevivir a la Modernidad
  1. Planes Escritos, propósito y sentido. La modernidad líquida, como la bautizó Bauman, es poderosa porque la tecnología se convierte en el sino de cualquiera cuando en realidad solo es un medio entre muchos para un mismo fin. Para no perder el propósito y sentido de nosotros mismos, es crucial establecer planes escritos y detallados de lo que se desea obtener.
  2. El Poder de la Lectura. La modernidad líquida debe su nombre a que todo cambia en instantes. Una manera de contrarrestar esta velocidad y evitar ser arrastrado por la falsa realidad de las redes de información es leer. La lectura es imbatible para recuperar el pensamiento crítico, ya que entrena al cerebro para el modo de operación racional, que requiere más concentración y tiempo que la respuesta automática tan preferida en esto tiempos.
  3. Buscando la Falsabilidad. Ante los riesgos sobre la veracidad de la información, es prudente partir del supuesto de que todo lo que se publica es falso, mal intencionado o incompleto. Para evitar los sesgos y no dejarse llevar, la mejor manera es buscar la información que contradiga nuestras propias creencias, aplicando el principio científico de falsabilidad de Karl Popper.
  4. Soluciones que no solo Desplacen los Problemas. Ante la aparición de un problema, a menudo buscamos soluciones rápidas que simplemente lo tapan o lo desplazan a otras partes del sistema. Estas soluciones a menudo pasan inadvertidas porque quienes “resuelven” el problema no son los mismos que heredan el nuevo.
  5. Asociarse con lo Diverso. En la nueva modernidad, el ser humano se siente más seguro estando solo que en sociedad. Se están perdiendo las habilidades de convivencia y conversacion, y las personas tienden a asociarse solo con aquellos a quienes consideran de su propia clase. Multiplicar la red de relaciones con personas de diferentes contextos permite el contraste y la autocrítica.

6. Puntos de Apalancamiento. El mundo es no lineal. Los cambios pequeños pueden producir resultados grandes, pero las zonas de mayor apalancamiento a menudo son difíciles de ubicar. El principio de palanca son los actos pequeños y bien focalizados sobre la realidad que producen mejoras significativas y duraderas.

7. Pensar en Procesos, no en Instantáneas. Afrontar un problema complejo  a menudo requiere ver dónde se encuentra el punto de apalancamiento. No hay reglas sencillas para efectuar cambios de alto apalancamiento, pero sí modos de pensar que lo facilitan, como el de pensar en términos de procesos de cambio y no de “instantáneas”.

8. El Arte de Preguntar. Sam Walton, fundador de Walmart, nunca tuvo reparo en preguntar a los dueños de tiendas competidoras sobre aspectos de su negocio. Como dijo el psiquiatra Gustav Kasser, “el que pregunta controla”. En toda circunstancia, preguntar es muy superior a tratar de aseverar todo el tiempo.

9Escudriñar Beneficios y Costos. Toda información que se dispersa tiene un instrumento y un autor que representa un interés ulterior. Es crítico escudriñar la estructura de costos y beneficios y preguntarse quién gana y quién pierde con la divulgación de tal o cual cosa.

10. La Resistencia al Consumo y el Miedo. El miedo a ser marginado de la sociedad de consumo empuja a las personas a consumir para “pertenecer”. La sociedad de consumo desvaloriza la durabilidad, equiparando lo “viejo” con lo “anticuado”. El mayor error es comprar la “promesa de seguridad” del mercado, lo que solo potencia su soberanía sobre nuestras vidas. La única forma de encontrar seguridad y compañía es ver a la sociedad como una, valga la redundancia, "asociación de socios", no como una de consumidores.

El verdadero desafío de la modernidad no radica en adaptar nuestras vidas a las máquinas, sino en reclamar y fortalecer nuestra humanidad en un entorno que favorece la automatización sobre la reflexión.

El "manual de instrucciones" que la modernidad exige no está en el código de un software, sino en la reafirmación de nuestra singularidad, en el cultivo de la empatía que un algoritmo no puede sentir y en la creatividad que surge de la imperfección humana.

 Nuestra verdadera evolución debe ser una consciente, que nos invite a priorizar el pensamiento crítico por encima de la respuesta rápida y la conexión emocional por encima de la conexión digital.

El manual para vivir en este tiempo nos enseña que el camino no es la pasividad frente al progreso tecnológico, sino la participación activa en la preservación de lo que nos hace únicos. 

Es un llamado a reconocer que, en la era de los datos masivos, nuestra más valiosa información no se encuentra en la nube, sino en la complejidad de nuestros propios corazones y mentes.
https://vimeo.com/1115590494
https://vimeo.com/1115590526
https://vimeo.com/1015118818
https://vimeo.com/1091496933
Carlos Chavarría

Ingeniero químico e ingeniero industrial, co-autor del libro "Transporte Metropolitano de Monterrey, Análisis y Solución de un Viejo Problema", con maestría en Ingeniería Industrial y diplomado en Administración de Medios de Transporte.