Presidenta de 70%
Se dirá que es donde se encontraba hace 12 meses, o que en febrero-marzo rondó 80 por ciento.
Es cierto, pero 70% actual es un número muy bueno.
Supera en algo lo que marcó López Obrador en ese lapso, en unos 10 puntos el registro de Calderón y en 20 el de Peña Nieto.
Difícil rebatir, pues, que México tiene una Presidenta popular.
El personaje público de Claudia Sheinbaum ha sido de una consistencia ejemplar: inflexible en su ruta de avance (programas, reformas, iniciativas), cuidadosa de no pelear con los suyos, pragmática y respetuosa en el trato con Trump, al grado de convertirse en referente en otros países de cómo enfrentar al bully de Washington; pregonera incansable de los principios de su movimiento: pobreza, desigualdades, salario mínimo, apoyos sociales; hábil en la selección de sus batallas, la de Salinas Pliego, por citar; y en el abrillantamiento de los símbolos, tal cual lo demostró el 15-16 de septiembre; trabajadora de 365 días, viajera del territorio nacional.
Y una imagen de sencillez general que no da la impresión de haber perdido piso ni estar mareada por el poder.