¿A ti no te han quitado la visa?
Entre los políticos morenistas y aliados, funcionarios del gobierno federal y los estatales, sus hijos y familiares, la pregunta de moda es: “wey, ¿a ti no te han quitado la visa?”
Algo está podrido, pero no en Dinamarca, sino en el mismísimo México Lindo y Moreno para que muchos políticos mexicanos, incluso los de la más profunda raigambre izquierdista, estén con el alma en un hilo de perder su preciosa visa americana.
Quítenle a un marxista-leninista del PT su visa B1-B2 y se queda sin alma: ¿cómo va a criticar ahora al odiado capitalismo salvaje de Washington si no podrá caminar más por la Quinta Avenida?
Al monstruo yanqui hay que conocerlo desde las entrañas, decían los viejos socialistas de hace 50 años.
Hay que beber sus aguas negras (así le decían a la Coca-Cola) y Jack Daniels, jugar en Las Vegas y cenar en sus exóticos restaurantes, comprar un condo en Houston; entonces sí, con ese conocimiento adquirido desde adentro, arremeter contra Washington en defensa de los pobres y oprimidos de América Latina.
El Departamento de Estado no ha tenido más que jalar algunos hilos, perdón, algunas visas, para poner en evidencia la doble moral de la izquierda mexicana en el poder: odian a los USA, pero no pueden vivir sin el “american way of life”.
Mientras tanto, al extenso Club Sin Visa de plutócratas rusos, chavistas venezolanos, fideles cubanos, sandinistas nicas de Rolex, mafiosos colombianos, exguerrilleros peruanos y muchos más, se suman, faltaba más, los políticos mexicanos morenistas y aliados que no podrán poner un pie en los Estados Unidos.
Las visas norteamericanas son un instrumento poderoso del Gobierno de ese país para controlar el acceso de personas y, por extensión, enviar señales explícitas a los gobiernos cuyos funcionarios son sancionados con la cancelación de visas.
Para ilustrar este punto, repasemos el panorama de la expedición de Visas B1 y B2 para no inmigrantes por parte del Gobierno estadounidense:
- La visa B1 se orienta a viajes de negocios para asistir a reuniones, conferencias o negociar contratos.
- La visa B2 se otorga para fines turísticos, visitas familiares, tratamientos médicos y actividades recreativas.
- Su fundamento legal es la Ley de Inmigración y Nacionalidad (INA, por sus siglas en inglés) aprobada en 1965, en la cual se establecen los criterios y la autoridad para la admisión de visitantes temporales.
- El Departamento de Estado tiene a su cargo la emisión de las visas B1 y B2 a través de sus embajadas y consulados. Se coordina con agencias como el Servicio de Ciudadanía e Inmigración y, en el punto de entrada, con el Customs and Border Protection (CBP), que tiene autoridad para revisar, denegar el cruce o incluso revocar visas cuando hay incumplimientos o irregularidades.
- Hay causas criminales o administrativas que pueden llevar a la revocación de las visas como, por ejemplo, proporcionar información falsa o engañosa: presentar datos inexactos en la solicitud o durante la entrevista puede considerarse fraude migratorio.
- Violación de las condiciones de la visa: realizar actividades no permitidas como estudiar, trabajar de forma remunerada o sobrepasar el tiempo de estancia permitido es causa de revocación.
- Antecedentes penales o arrestos: condenas o detenciones por delitos como manejar bajo la influencia de alcohol o drogas, violencia doméstica, robo o fraude puede llevar a la cancelación de la visa.
- Uso indebido reiterado: el uso frecuente de la visa para actividades laborales cortas o estancias prolongadas genera dudas, desde el punto de vista administrativo, sobre la temporalidad del viaje y lleva a revocar la visa.
Según información del Departamento de Estado, en el año fiscal 2023 se otorgaron casi 8 millones de visas B1 y B2 en el mundo.
Los ciudadanos de aproximadamente 160 naciones requieren visa para ingresar a Estados Unidos.
El Programa de Exención de Visa (Visa Waiver Program, VWP) permite la entrada temporal sin visa (hasta 90 días) a ciudadanos de 40 países (entre ellos los de la Unión Europea) mediante autorización electrónica del programa ESTA (Electronic System For Travel Authorization).
Por ejemplo, los mexicanos que tienen doble nacionalidad mexicana y española (pasaporte comunitario europeo) pueden utilizar el ESTA, si no tienen una visa B1 y B2 vigente, para entrar a territorio americano.
Lo que ignoro es qué pasaría en el caso de alguien que, teniendo la visa americana revocada por cualquier causa, buscara el ingreso a Estados Unidos con pasaporte español, es decir, la misma persona, pero con nacionalidad distinta, ¿sería un caso de fraude migratorio?
El panorama de las visas B1 y B2 que les he presentado revela tanto la escala industrial de su manejo, como la complejidad de las decisiones sobre revocaciones de visas que enfrentan los funcionarios norteamericanos.
Para el caso de México, las revocaciones de visas a políticos mexicanos se hacen con base a criterios legalmente fundados en las leyes norteamericanas y en la experiencia del manejo de las visas en otros países, en donde se busca combatir la corrupción y las ligas de autoridades con el crimen organizado.
Así que no se sientan sorprendidos los políticos morenistas y sus aliados por la revocación de sus visas: no lo hace el Departamento de Estado por capricho, sino como parte de una estrategia general del gobierno de Estados Unidos contra organizaciones criminales o terroristas.
Recuerden lo que les ha dicho su Amado Líder: “el que nada debe, nada teme”.
Eso sí, en Las Vegas los van a extrañar.
- Con asistencia de Copilot/Microsoft para investigación documental.