Elio (Elio/ EUA, 2025)
Elio, la nueva película de Pixar es precisamente sobre Elio, joven huérfano que vive con su tía Olga, oficial militar de carrera y que su sueño es contactar a extraterrestres para que lo alejen de la Tierra y su soledad.
La historia es de Pixar al estilo de siempre, de innovar y buscar terrenos no explorados en diseño y producción digital.
Y la película hace eso mientras narra, literalmente, la triste y solitaria vida de Elio.
De hecho considero que Pixar se mete en camisa de once varas al tocar el tema tan delicado y salirse por la tangente en mas de una ocasión.
Sí, la aventura que vive Elio es interesante, extraña, folclórica y colorida, es una odisea de autodescubrimiento al verse el niño envuelto en un “drama” que lo obligará a cambiar de parecer en la relación que lleva él con la tía Olga.
La historia es Elio tratando de localizar vida inteligente fuera de la Tierra para que lo secuestren y lo alejen de su sufrimiento y triste vida… ¿aventar eso a niños, en serio eso es apto para menores?
El cuento se aligera cuando de verdad llegan extraterrestres a conocer a Elio el Valiente, Líder de la Humanidad, confundiendo su deseo de alejarse de todos con su esmero por contactar vida inteligente.
Esto detona un conflicto con Lord Grigon y su especie cuya intención es no hacer amigos, sino conquistar todo lo que tengan a su mano y el niño se complica pensando que puede haber una solución simple.
La cosa cambia cuando surge la amistad entre Elio y Glordon, hijo de Lord Grigon que en cierto sentido vive lo mismo que Elio, él sin padres y Glordon aunque ambos padres viven el chico alien sufre del distanciamiento total de ellos.
Elio como película buscan un entendimiento de ambos lados de esta situación sin crear un drama psicológico pesado.
Las situaciones que ambos viven se suponen es el detonante de lograr un común acuerdo con sus problemas.
De forma simplista sí, la historia funciona, pero esa forma de aligerar la trama y de verdad evitar caer en tragedias que viven los niños que sufren soledad como un trauma infantil hace que el filme tarde casi la mitad de su recorrido en funcionar.
La primera parte hasta eso, no hay una excusa para emocionarse o divertirse con la historia hasta que Elio es transportado al espacio y es cuando por fin el filme explota en su producción visual, pero no le queda mas remedio que de una forma u otra regresar a buscar una solución a los problemas que plantea al inicio.
La solución se la sacan de la manga tipo “magazo” y no hay mas que buscarle.
Sí, Elio es divertida y entretenida, pero están esas aristas y filos que incomodan que lo hace a uno preguntar “¿me debo de reír o preocuparme?”.