Siete Puntos

Excelentes infinitivos: ¿Y los gerundios?

Paco Gómez DETONA: No esperemos los gerundios constructores de paz: nos corresponde generarlos.
1.

Se realizó el pasado fin de semana, en Puebla, el Diálogo Nacional de la Paz, convocado por la Conferencia Episcopal Mexicana, la Conferencia de Superiores Mayores de Religiosos de México y la Compañía de Jesús en México.

El encuentro se preparó durante un año, y reunió los aportes de 50 foros y poco más de 1000 conversatorios sobre la paz, a lo largo y ancho del país. Muchísimas personas de todas las clases sociales -más de 18 mil-, de la empresa y la academia, del campo y los sectores urbanos, indígenas, funcionarios públicos, religiosos, etc., pudieron expresarse en esas plataformas. 

2.

Conviene recordar que la iniciativa surge a partir del asesinato de los padres jesuitas y un laico guía de turistas, en junio del año pasado, pero no se reduce a ese lamentable hecho.

Todos los días nos enteramos de asesinatos en ya la mayor parte del país, de caravanas con camionetas repletas de sicarios armados y que son recibidos como héroes y, en el colmo de la barbarie, nuestra zona conurbada amaneció ayer con 12 cuerpos mutilados, esparcidos en bolsas de plástico y hieleras, generando un corredor macabro que unió a nuestros principales municipios.

La saña es increíble.

3.

Dos preguntas abrieron el diálogo referido:

  1. ¿Qué país es éste que se ha acostumbrado a la muerte cotidiana, a la corrupción, a la impunidad y al fracaso de sus instituciones?
  2. ¿Cómo nos convertimos en esta sociedad que tolera y se resigna al miedo, al egoísmo y a la indolencia; a la ineptitud de sus gobernantes y a relacionarnos haciendo daño?

De Puebla ha surgido la Red Nacional por la Paz, que propone una Agenda Nacional de Paz expresada en 14 interesantes puntos, “acciones en las que todos y todas podemos participar”, reza el dociumento.

Veamos esta ruta de construcción para la paz.

4.
  • Impulsar la empatía y la solidaridad con las víctimas e la violencia.
  • Generar espacios de diálogo interinstitucional y la mediación para la resolución positiva de la conflictividad.
  • Promover procesos de sanación familiar y comunitaria para atender las secuelas de la violencia.
  • Promover en las escuelas una educación para la paz que ayude a una mejor convivencia social.
  • Recuperar el espacio público como lugar de encuentro y la organización comunitaria para resolver las necesidades colectivas.
  • Promover acuerdos laborales que mejoren las condiciones de trabajo y de vida. Impulsar comunidades comprometidas con el cuidado y la corresponsabilidad.
5.
  • Fortalecer la cultura de la hospitalidad con los migrantes, refugiados y desplazados. Impulsar programas de prevención y atención de las adicciones.
  • Realizar acciones de cuidado del medio ambiente.
  • Promover la participación de la ciudadanía en el diseño e implementación de las políticas de seguridad.
  • Fortalcer los procedimientos de justicia restaurativa y mecanismos alternativos de solución de conflictos.
  • Reconocer, dignificar y recuperar el liderazgo de las policías municipales y comunitarias.
  • Convocar a expertos a una evaluación y rediseño del sistema de seguridad, justicia y cárceles de México.
6.

Como buenas propuestas, inician con verbos en infinitivo. ¿Y los gerundios? Es decir. Tenemos excelentes “qués”, pero nos faltan los “cómos”.

Sin embargo, esperar que de una reunión, por más y que haya sido preparada durante todo un año, y en la que participaron más de mil personas, se descienda hasta propuestas prácticas que nos lleven a incidir de forma inmediata en la construcción de la paz, es imposible.

Como lo dijo un amigo que participó en el diálogo poblano: “El bien de todos es tarea de todos”. No esperemos, entonces, los gerundios constructores de paz: nos corresponde generarlos.

7.

Cierre icónico.

Era el otoño de 1985, y la Universidad de Roma ofrecía unos diálogos con Gianni Vattimo. El filósofo italiano acababa de publicar su gran obra, El pensamiento débil, y ya era conocido como uno de los principales exponentes de la naciente PostModernidad.

Platiqué con él al concluir una de sus presentaciones, y me externó su fe cristiana, pero reconoció ser un feroz crítico de la Iglesia Católica y de los Papas. Sin embargo, poco antes de morir, el pasado 19 de septiembre, declaró que con Francisco de Roma había recuperado el orgullo de ser católico.

Descanse en paz.

Padre Paco

El sacerdote José Francisco Gómez Hinojosa (Monterrey, México, 1952) es el actual Vicario General de la Arquidiócesis de Monterrey. Es diplomado en Teología y Ciencias Sociales por el Departamento Ecuménico de Investigaciones de San José, Costa Rica, y doctor en Filosofía por la Pontificia Universidad Gregoriana de Roma. Ha sido profesor en el Seminario de Monterrey, en la UDEM, el ITESM, la Universidad Pontificia de México, el Teologado Franciscano, el EGAP (Monterrey) y la Universidad Iberoamericana (Centro de Extensión Monterrey).