La censura de Morena
La libertad de expresión en México enfrenta su etapa más crítica en décadas, y el responsable directo es Morena.
Con una estrategia coordinada desde el poder y mientras afirman que no censuran a nadie, el oficialismo ha emprendido una ofensiva sistemática para acallar las voces críticas, disciplinar a los medios y construir una hegemonía autoritaria bajo el disfraz de un discurso democrático.
La #LeyEspía que promueve hoy Morena en la Cámara de Diputados permite a las autoridades acceder a la ubicación de cualquier ciudadano en tiempo real, sin orden judicial.
No se trata de combatir el crimen, sino de convertir los teléfonos en dispositivos de vigilancia estatal contra opositores y periodistas.
En Puebla, la llamada “ley mordaza” criminaliza el periodismo bajo el pretexto de evitar la “desinformación”.
Se trata de censura previa, cárcel por opinar y una amenaza directa a quienes usan su voz para fiscalizar al poder.
En Campeche, la represión ha llegado al extremo: se han cerrado medios, se han impuesto multas millonarias a periodistas, se les ha inhabilitado para ejercer su profesión y se les ha violentado físicamente, todo por criticar al gobierno estatal de Morena.
- El caso de Héctor de Mauleón es aún más revelador.
- Un periodista reconocido, perseguido por denunciar corrupción oficial.
- Amenazas de muerte, vigilancia y difamación han sido su respuesta del Estado.
- No hay protección, solo castigo.
- La censura se extiende también al plano digital.
- Morena ya intentó una ley que permitiera bloquear redes sociales desde el gobierno federal.
- Aunque el intento no prosperó, la intención quedó clara: cerrar el último espacio libre de crítica.
- A todo esto se suma una narrativa oficialista que convierte a cualquier disidente en “enemigo del pueblo”.
Desde la mañanera hasta las redes sociales, el gobierno lanza linchamientos mediáticos, promueve el odio y busca eliminar el disenso.
Claudia Sheinbaum, hoy presidenta, ha optado por ser jefa de partido antes que jefa de Estado, atacando directamente a opositores por lo que publican en redes.
- No es una exageración ni una comparación ligera: el modelo es Venezuela, Nicaragua y Cuba.
- Leyes de odio, cierre de medios, control total del discurso.
- Morena sigue ese manual paso a paso.
- El asfixiamiento financiero a medios críticos completa la estrategia: se retira publicidad oficial, se lanzan auditorías y se presiona políticamente.
- No hace falta prohibir: basta con arruinar.
- La censura de Morena no es un accidente.
- Es parte del proyecto.
Un proyecto que desprecia la crítica, que aborrece la libertad y que sueña con un país uniforme, callado y obediente.
Si aún queda ciudadanía, si aún queda dignidad política, es tiempo de decirlo con todas sus letras: en México se está instalando un régimen autoritario.