Opinión

La certidumbre es ingeniosamente engañosa

Ernesto Pompeyo Cerda DETONA: Vivimos en nuestros días contraria a la incertidumbre que debería provocar una época invadida y atiborrada de virtualidad, de fake news, whatsap, inteligencia artificial, de flujos inmensos de información, de cuestionamientos sobre lo real, nos encontramos con personas de nuestros días, que con sus accionar nos muestran que su vida, están paradójicamente llenas de certezas.
La certidumbre es unívoca que no genera ambigüedades ni contradicciones, es certera, precisa e indudable.

Una verdad unívoca, es lo que pretenden los dogmáticos y fanáticos, que han conseguido que cada ideología considera que tiene la verdad única, así la creencia religiosa ambiciona haber llegado a establecer una única verdad sobre la Creación y el destino del universo.

Otro ejemplo de certidumbre, puede estar referido a la admisión de una verdad única por parte de la comunidad científica.

 

Si comienza uno con certezas, terminará con dudas; más si se acepta empezar con dudas, llegará a terminar con certezas.

Quienes plantean una crítica a la certidumbre, considerándola el enemigo de la unidad y la tolerancia, son combatidos o ignorados.

Este planteamiento establece como tesis central, que la duda y la variedad son fuerzas positivas y destaca la importancia y jerarquía de la duda como un espacio para el crecimiento y la reflexión, en lugar de ser una amenaza para la verdad.

La duda es uno de los nombres de la inteligencia.

Consideramos que la diversidad dentro de la sociedad, como una gracia sublime de los humanos y que les otorga fortaleza y vitalidad actuar para la vida, contrastando con la rigidez y el dogmatismo que puede surgir de la certidumbre, resume la idea central de que la duda no es una debilidad, sino una cualidad deseable en una sociedad y sobre todo en los lideres.

La certeza es el gran enemigo de la unidad; es el enemigo mortal de la tolerancia hasta los conservadurismos de derechas e izquierdas que reclaman una interpretación univoca, argumento que tiene un solo sentido y carece de ambigüedad. 

Sustenta una interpretación arbitraria de la realidad, en nuestra época está llena de múltiples certezas, que luchan entre sí y tienden, al menos en política, a privilegiar las que en apariencia no dejan espacio a la incertidumbre, que normalmente sostienen las oposiciones, diferencias y exclusiones ahondándolas y provocando odios y violencias de todo tipo.

En un mundo de certezas en que las convicciones que se enfrentan entre sí sólo hay sitio para la toma de partido.

En un mundo incierto y plagado de certezas como el nuestro, no sólo se necesitan líderes, Papas, políticos, intelectuales, hombres y mujeres, que duden, ya que la duda propicia la reflexión profunda en la vida social y política. Sólo dialogan quienes dudan de sus propias certezas y por lo mismo están dispuestos a confrontarlas con las de otros para encontrar el sentido, de convencer o a ser convencido.

Sócrates, el padre del diálogo, era un hombre de dudas.

Preguntaba, cuestionaba, ponía en tela de juicio todo.

Consideramos que se necesitan, sobre todo, seres humanos que, distanciados de cualquier poder, y que sean capaces de dudar de todo y a partir del discernimiento, denunciar y defender a quienes las certezas, ya sean de las minorías o de las mayorías, someten y excluyen hasta volverlos prescindibles. 

Nuestra sociedad esta sometida a la incertidumbre y enferma de certezas ojalá pueda entender el valor de la duda. Incapaces de humildad, seguros de que las certezas que los mueven son las idóneas para salir de los males que las mismas certezas producen, la tiranía de las minorías o de las mayorías campean por todas partes produciendo una dura y profunda espiral de incertidumbre y violencia que no encuentra salida.

Es imprescindible aplicar el principio de la duda en las redes y cómo las certezas se expanden en círculos algorítmicamente programados, como cámaras de eco donde el entorno o ecosistema en el que los participantes se encuentran con creencias que amplifican o refuerzan sus creencias preexistentes mediante la comunicación y la repetición dentro de un sistema cerrado y protegido de cualquier refutación.

Es un elogio a quien duda, denuncia y encara carera confronta a quienes, en nombre de la verdad que dicen defender, hacen de las certezas un campo amurallado que conduce a la confrontación, la mentira y el desprecio

En las redes sociales es allí donde se amplifican las mismas ideas, que se dan siempre por ciertas, aunque puedan ser mentira o hagan daño como efecto colateral a determinadas personas.

Lo aparecido en redes no deja cabida a la duda y manipula los encuentros mediante el pago de suscripciones que posiciona el perfil, las respuestas y los contenidos por encima de otros.

La inmediatez de ese círculo convierte cualquier debate o conversación en un triste espectáculo de catarsis colectivo o de perturbaciones mentales, de Alteración de la cognición, regulación de las emociones o el comportamiento: Angustia o discapacidad funcional: Trastornos del neurodesarrollo, Impacto en la vida cotidiana: Espectro de la esquizofrenia y otros trastornos psicóticos.

 

Hablan mucho de la belleza de la certidumbre como si ignorasen la belleza sutil de la duda. Creer es muy monótono; la duda es apasionante escribía Oscar Wilde  

La lucha esta aquí … aquí dentro de cada uno de nosotros si cedemos al odio y altemor, si hablamos de bandos, en vez de hablar de cada hombre y mujer.

No tengo pruebas, pero tengo dudas.