El gran desmadre
Se lo pregunto a asesores del gobierno al tiempo que la presidenta Sheinbaum reprueba el, al parecer, error garrafal de los senadores 4T que, desconcentrados, por ignorancia o mala leche, votaron por acabar con la no retroactividad en la nueva Ley de Amparo.
Lo lamentan. Me responden con tesis de la Suprema Corte (2009 y 2011).
Uno de ellos escribe: “No hay aplicación retroactiva en materia procesal. La nueva ley se aplica a las etapas posteriores, sin poder tocar las etapas anteriores”.
¿No lo sabían los 76 senadores que aprobaron ese tercer transitorio sinsentido: “Los asuntos que se encuentren en trámite a la entrada en vigor del presente Decreto, continuarán tramitándose hasta su resolución final conforme a las disposiciones vigentes a su inicio”?
¿Qué demonios es eso?
Los asesores no le dan vueltas, coinciden que la Cámara de Diputados tiene que rechazar la iniciativa y devolverla al Senado.
Salta incluso el líder de los diputados morenistas, Ricardo Monreal, sube el volumen y dicta sentencia, así diga que habla como constitucionalista, nada más: el transitorio que contempla hacer retroactiva la Ley de Amparo es violatorio de la Constitución.
Para que no quede duda de lo que ocurrirá.