La mafia del poder
Morena, con su caudillo López Obrador como figura dominante, controla 24 estados del país, la mayoría de los congresos locales, más de mil municipios (con sus aliados), el Poder Legislativo, el Poder Judicial, el INE, el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación y los pocos órganos autónomos que todavía no han sido eliminados.
Con ese poder casi absoluto, Morena y sus aliados han modificado la Constitución a su antojo.
Reformaron la Ley de Amparo para proteger a las autoridades en lugar de proteger a las y los ciudadanos frente a los abusos del poder, sometieron a las autoridades electorales y utilizaron a las instituciones de procuración de justicia como instrumento político.
Así, la nueva mafia del poder es mucho más poderosa que aquella que gobernó antes, porque la de entonces estaba acotada por otros poderes y por los contrapesos que ofrecían los órganos constitucionalmente autónomos.
En conclusión, la antigua mafia del poder no era tan poderosa —ni tan perversa— como la nueva.
