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Nos están arrebatando el país a punta de balas

Hablando del horror que se vive en México. El asesinato de Carlos Manzo en Uruapan es más que una tragedia: es un símbolo de cómo el crimen organizado impone el silencio y el miedo, mientras los gobiernos —federal y estatal— se cruzan de brazos. La nueva modalidad para callar voces críticas de opositores, periodistas y demás personajes de la vida pública, ya no es la censura: ahora simplemente te mandan matar, con la complicidad del régimen. No se trata solo de política, sino de humanidad.