Un kilo de carne de Yecapixtla
La transmisión (transición dicen algunos politiquillos, ajenos a la tan llevada y traida 4ta T) política de PRI a PAN con Fox en el ejecutivo, se iniciaban titubeantes movimientos (Fox decía que en 15 minutos le bajaba los calzones al subcomandante Marcos y le ponía una chancliza o sarabanda de aquellas y con eso, arreglado Matamoros [en seis años nunca pudo ni acercársele]) intentando demostrar los buenos resultados de los Head-Hunters, que finalmente, sólo llegaron a la cristalización del negocio Paradise como sitios de comercios legales de drogas, no hubo trascendencia en el supuesto cambio de régimen.
En mi entorno laboral se acababa de inaugurar la unidad de urgencias, de la cual fuí nombrado: Jefe del Servicio de Urgencias nivel 51 o 53 no recuerdo bien (el 07 de octubre de 1998 y p'al 2001-2002 ya contábamos con indicadores que reflejaban el rendimiento de la unidad de urgencias), entre la Clínica Hospital # 6 y la clínica de medicina familiar # 31 del IMSS, y se esperaban resultados de alto impacto en el nivel de salud de la población derechohabiente en el área correspondiente del municipio de San Nicolás de los Garza, aunque en aquel tiempo todas las personas con derecho al IMSS qué vivieran al norte de la av. Ruiz Cortines hasta Nuevo Laredo Tamaulipas, deberían recibir servicios médicos de segundo nivel en la conocida como clínica # 6.
Alrededor de 500,000 almas, sin embargo, oficialmente no llegaban a los 100,000 afiliados al IMSS, estamos hablando de despuesito de 1995 con Genaro Borrego Estrada al frente del IMSS, instituto del cual, la mayor parte de los países del mundo quisieran tener algo parecido aunque sea de lejos, en el papel, no hay nada parecido en todo el mundo.
Ya en la práctica es otro boleto susceptible de debate insurgente. Señalado el contexto, hubo una reunión nacional de jefes de urgencias por ahí del 2002-2003, llevada a cabo en las instalaciones de el centro vacacional sito en Oaxtepec, Morelos y perteneciente al IMSS.
En dicha reunión nos conjuntábamos jefes de todas la unidades de urgencias del IMSS del país e intercambiabamos experiencias y resultados en nuestros respectivos servicios.
Quesque horas de estancia de urgencias, satisfacción del servicio, proporción de urgencias reales y/o sentidas, diagnósticos por grupos de edad, entre otros muchos, no voy a tocar el punto de los resultados ya qué esto más bien forma parte de un recetario de anécdotas de un Doctor viejito jubilado.
Tocaré el punto de lo sucedido con un jefe de Urgencias de Jalapa, Veracruz quien al estar presentando sus resultados empezó a ponerse pálido y a sufrir diaforésis (sudoración profusa) fría, disnea (dificultad para respirar) e incomodidad retrosternal (sensación de dolor leve detrás del hueso del pecho).
Pidió ayuda y entró a sustituirlo un médico ayudante quien terminó la presentación. Éramos alrededor de 80 médicos expertos en urgencias y nadie preguntó por el médico qué se sintió mal, lo busqué y estaba sentado en una silla, quejándose de las mismas molestias, tenía pulso de más de 110 por minuto, le pedí se acostara en el césped y que levantara las piernas apoyándolas en una silla, mientras yo buscaba a alguien de los organizadores y pedirle apoyo.
Nadie supo orientarme así que pregunté por la unidad de apoyo médico, como era sábado solamente había una enfermera que no podía dejar solo el departamento, le solicité un esfigmomanómetro y un estetoscopio y me hizo firmar un vale y dejar el IFE, regresé con el médico quien seguía igual.
Su presión arterial era de 180/130 y su pulso de 116 por minuto.
Apareció uno de los organizadores y comentamos la posibilidad de conseguir un helicóptero de traslado, cuestión no factible en ese momento, bueno una ambulancia, pregunté, sí, sí hay ambulancia, bueno y ¿a dónde lo llevamos?, ¿lo más accesible, cercano y equipado? ¿Cuautla o Cuernavaca?
Pues Cuautla, decidimos, eran casi las 2 de la tarde y tardamos media hora en llegar a urgencias del hospital de segundo nivel de Cuautla, Morelos, era dirigido en ese momento por un camarada a quien yo había conocido 20 años antes y rápidamente nos atendieron, le canalizaron una vena, le aplicaron medicamentos, se le conectó al oxígeno y poco a poco se fue corrigiendo la presión y el Doctor de Jalapa empezó a sentirse mejor y a querese levantar.
Lo tranquilizamos y le comuniqué era necesario llevarlo al centro médico nacional, para precisar diagnóstico y tratamiento, él pidió le comunicaramos a su esposa, yo hice énfasis en la necesidad de resolver primero su ubicación y estancia, luego la comunicación familiar, la ambulancia qué nos traslado de Oaxtepec a Cuautla por procedimiento normado de operación debía regresar a Oaxtepec y la ambulancia de Cuautla era la que debía llevarnos al D. F de aquel tiempo hoy CDMX.
El chofer de la ambulancia de Cuautla debía tramitar el traslado, generar la papelería, permisos, cargar gasolina y su participación burocrática era ampliamente reflejada en su actitud prepotente y directiva, incluso ordenándome qué hacer y acompañando al paciente en la parte trasera de la ambulancia, mejor equipada para el traslado hasta el D. F.
Estableció la ruta y casi a las 19:00 partimos al centro medico nacional, haciendo alarde de su destreza para manejar, tomar las curvas y a pesar de llevar sirena abierta conducir con seguridad de piloto de la fórmula 1; llegando a Urgencias fuimos atendidos rápidamente por el personal de Urgencias y un residente del tercer año de cardiología, nos comunicó qué el paciente, presentaba una angina preinfarto, que el manejo había sido adecuado, que se iba a quedar internado en la unidad de cuidados intensivos, que se estaban comunicando a Jalapa con la familia del paciente y que ya solamente faltaba el kilo de carne seca de Yecapixtla para proceder con el caso, ya me había dicho mi exalumno de lo muy necesario que era llevar un kilo de carne seca de Yecapixtla requisito necesario e indispensable para recibir y tratar al paciente, después de una breve discusión, llegamos al acuerdo de que la familia del paciente se encargaría de cumplir con el requisito de marras, el retorno a Oaxtepec fue más tranquilo, con las ínfulas del chofer muy atenuadas después de una suculenta cena de tacos sabrosísimos, llegamos a Oaxtepec poco antes de las 02:00 hrs del domingo.