AMLO abandona a los soldados

El soldado mexicano es el esclavo de la Cuarta Transformación, esa es la verdad.
“AMLO no quiere ni apoya al Ejército Mexicano. ¿Se te olvidó que también son pueblo. Si liberaste a Ovidio una vez, por qué a los militares no”.

Esta fue una de las muchas demandas de las esposas e hijas de militares caídos en este sexenio y que marcharon el 12 de marzo al Zócalo.

En esa arenga esta dicho todo. El presidente tiene dividido al Ejército en dos.

Por un lado, están los generales y altos mandos que reciben bocanadas de dinero...

...y del otro, la tropa –el pueblo diría López- abandonada y mal tratada por el gobierno.

Ver a militares en activo y en retiro pidiendo justicia y una mejor calidad de vida en las calles es un hecho inédito y unsíntoma de que algo cruje en las entrañas de las Fuerzas Armadas.

La política de “abrazos no balazos” se ha convertido en una condena a muerte para los soldados que están combatiendo al crimen organizado.

En una de las pancartas se leía: “En memoria de los militares que murieron en espera de una orden de disparo que nunca llegó”.

La orden de no tocar a los delincuentes, de tener que guardar las armas, de ser obligados a aceptar impasibles las persecuciones, los insultos, los escupitajos de los criminales porque el Comandante en Jefe que vive en Palacio Nacional los defiende, ha provocado que la tropa traiga la moral baja.

Y no es para menos.

Al militar se le forma para que respete la Constitución, en la lealtad, la abnegación y el sacrificio.
Pone su vida en riesgo para defender el interés nacional, pero hoy en Palacio Nacional hay un Comandante que prefiere proteger la vida y los intereses de los delincuentes.

Las familias de los soldados tienen pánico de que sus hijos y esposos salgan al campo. Saben que mientras ellos no cuentan el equipamiento y el entrenamiento necesarios del otro lado hay cárteles que tienen un alto poder fuego y ahora también con la impunidad que les da el régimen.

Pese a que la Secretaría de la Defensa ha recibido este año un presupuesto histórico, los soldados son víctimas de la “austeridad republicana”.

Los millonarios recursos que hoy aprueba el Congreso para las Fuerzas Armadas no están llegando a donde deben llegar. La pregunta es dónde está ese dinero:

¿En las manos de unos cuantos militares o en las arcas de un presidente que desfonda las arcas del Ejército para comprar votos?

Los soldados no tienen el descanso suficiente, se ven obligados a abandonar  a su familia por meses, comen y duermen en lugares inhóspitos, los casos de divorcios aumentan y la inestabilidad emocional del militar repercute en su concentración y eficiencia.

Detrás de los hechos en Nuevo Laredo donde fueron ejecutados cinco jóvenes por una patrulla militar. hay soldados estresados y mal entrenados, hartos de ser utilizados como carne de cañón por un gobierno que se beneficia electoralmente de la complicidad que tiene con los cárteles.

El soldado mexicano es el esclavo de la Cuarta Transformación.

El gobierno explota su mano de obra en las obras más costosas del sexenio, si lo matan no pasa nada, ni una sola palabra para reconocer su valor, pero si elimina delincuentes entonces es llevado a la cárcel y abandonado.

La inconformidad por el trato injusto a la tropa ya llegó a las calles. López Obrador logró romper la estabilidad en el Ejército. Lo partió en dos como ha dividido al país.

La base militar ha comenzado a rebelarse contra un presidente que saluda y transige con la mamá del Chapo, pero que desprecia la vida del soldado y de su familia.
Beatriz Pagés Rebollar

Directora general de la Revista “Siempre”, una de las más influyentes de México, fundada en 1953 por su padre, Don José Pagés Llergo. Ha formado parte de los equipos de Televisa, Canal 11, Multivisión, CNI, Canal 40 y es comentarista política de numerosos medios. En 2019 renunció al PRI, donde militó gran parte de su vida.