Cuando el Sentido Común Dejó de Ser Común

Miguel Botello DETONA® En la política de Nuevo León (y también en buena parte de su ciudadanía) se ha extraviado algo tan elemental como poderoso: el sentido común.
https://vimeo.com/1091444957
La lógica perdida en la política y la ciudadanía

Ese instinto básico que guía las decisiones humanas más razonables y honestas, parece haber sido desplazado por el ruido del cálculo político, el “fast track” mediático y la indiferencia social.

Hoy, la política estatal transita entre impulsos y ocurrencias.

Las decisiones se anuncian como si fueran campañas, los problemas se gestionan como si fueran “trending topics”, y los acuerdos se rompen o se sellan no con base en el bien público, sino en la conveniencia del momento.

La congruencia, la planeación y el interés colectivo han sido sustituidos por una especie de marketing del poder, donde importa más cómo se percibe algo que lo que realmente se logra.

Pero lo más alarmante es que la ciudadanía también ha aprendido a normalizarlo.

Se perdió la capacidad de asombro frente al absurdo político.

El “ya da igual” se convirtió en un refugio emocional para muchos, y este es, quizás, el síntoma más claro de que el sentido común está extraviado.

El espejo social de la incongruencia

El deterioro del sentido común no sólo ocurre en los pasillos del poder.

También se refleja en la calle, en la conversación diaria, en la dinámica digital.

Nos hemos acostumbrado a reaccionar más de lo que razonamos.

Opinamos sin información, compartimos sin verificar, y votamos con más emoción que convicción.

Mientras tanto, las decisiones estructurales (las que realmente definen el rumbo de nuestro estado) se toman sin participación informada y sin presión ciudadana consistente.

El ciudadano común, el que trabaja, paga impuestos y sostiene la economía del estado, comienza a sentirse ajeno y desconectado del sistema político.

Intuye que algo no encaja, pero no encuentra quién represente con claridad la voz de la sensatez.

La conversación pública se ha vuelto una competencia de extremos: o se aplaude sin entender, o se destruye sin proponer.

Y así, el sentido común (esa brújula cívica que nos decía cuándo algo estaba bien o mal sin necesidad de discursos) ha quedado fuera del radar colectivo.

Nuevo León: el laboratorio del desencuentro

Nuevo León ha sido históricamente un estado de trabajo, innovación y sentido práctico.

Sin embargo, hoy parece atrapado en una paradoja: mientras “presume” según esto primeros lugares en todo, se empobrece su cultura política.

Tenemos empresarios sin visión social, líderes sin vocación pública y ciudadanos cada vez más críticos, pero menos involucrados.

La política se volvió un ring de egos, la ciudadanía un público confundido y la razón común un recurso escaso.

En este contexto, hablar de sentido común no es apelar a lo obvio; es invocar lo esencial: la capacidad de pensar con lógica, actuar con coherencia y decidir con ética.

No hay modelo económico ni estrategia de desarrollo que pueda sostenerse cuando el principio más simple (el de hacer lo correcto porque es lo correcto) se abandona.

El punto de inflexión

El momento que vive Nuevo León es determinante.

Las próximas decisiones políticas y sociales, sumado al proceso electoral no sólo definirán proyectos de gobierno, sino también el tipo de ciudadanía que queremos ser.

El llamado es urgente: debemos reencontrar el equilibrio entre la exigencia técnica y la inteligencia emocional, entre la planeación y el sentido humano, entre la política y la ética.

Recuperar el sentido común no es una consigna romántica, es una estrategia de supervivencia democrática.

Porque sin él, no hay rumbo posible.

Sin él, todo esfuerzo público se convierte en simulación.

Se requiere de manera urgente: volver a pensar

Recuperar el sentido común exige un cambio cultural profundo.

Significa volver a cuestionar lo absurdo, exigir transparencia sin simulación, participar con argumentos y, sobre todo, no dejar que la indignación se convierta en indiferencia.

La verdadera transformación no comienza en los discursos de poder, sino en la conciencia del ciudadano que decide no callar, pero tampoco repetir lo que todos dicen.

El sentido común no se decreta: se practica.

Se construye cuando una sociedad decide pensar con claridad, actuar con congruencia y exigir con inteligencia.

Porque, al final, la única revolución que verdaderamente transforma es la del pensamiento lúcido: la que entiende que, sin sentido común, no hay justicia, no hay orden y no hay futuro.

Le dejo a usted estimado lector la última palabra.
https://vimeo.com/1115590494
https://vimeo.com/1115590526
Miguel Botello

Miguel Horacio Botello Treviño nace en Monterrey, N.L., el 4 de enero de 1967. Obtuvo el título profesional de Licenciado en Economía y el grado de Maestro en Ciencias Administrativas, con especialidad en Finanzas, en el ITESM Campus Monterrey. En la Universidad Autónoma de Nuevo León es pasante de la Maestría en Administración Pública, con especialidad en Finanzas Públicas. Su formación académica se ha complementado con diversos cursos tomados en instituciones especializadas nacionales e internacionales en rubros como Finanzas, Gestión de Calidad, Aplicación de Políticas Públicas, Seguridad en Instituciones Educativas y otros.

Trayectoria Profesional:

El Mtro. Botello se ha desarrollado profesionalmente los últimos 13 años en la Administración y el Servicio Público, de mayo de 2024 a la fecha como consultor y asesor en asuntos de gobierno, políticas públicas y de relaciones interinstitucionales en los tres niveles de gobierno: Federal, Estatal y Municipal.

En el Estado de Nuevo León colaboró de noviembre de 2021 a abril de 2024 como Director de Planeación y Evaluación en el CONALEP en Nuevo León; como Consultor independiente en relaciones con Gobierno de febrero 2020 a octubre de 2021; en el Gobierno Federal de diciembre de 2017 y hasta finales de enero de 2020 colaborando en la Autoridad Federal para el Desarrollo de las Zonas Económicas Especiales/Corredor Interoceánico del Istmo de Tehuantepec en donde tuvo el cargo de Director General de Permisos, Asignaciones y Autorizaciones; adicionalmente coordinó los esfuerzos en materia de Seguridad Pública por parte de la Autoridad Federal con los tres niveles de gobierno, participando activamente en los grupos de coordinación operativa en los Estados definidos como Zona Económica (Michoacán, Guerrero, Oaxaca, Chiapas, Veracruz, Tabasco, Campeche y Yucatán).

En términos de la coordinación también destaca la activa gestión y negociación con la SEGOB y la SEMAR para lograr consensos que permitieran una mejor distribución de recursos en materia de seguridad para las Zonas Económicas Especiales.

Anteriormente, en el período de 2011-2016 colaboró como Secretario Ejecutivo del Sistema Estatal de Seguridad Pública en el Gobierno del Estado de Oaxaca encabezado por el Gobernador Gabino Cué Monteagudo. Entre sus aportaciones destacan: liderazgo y habilidad estratégica en negociaciones de alto nivel en Seguridad Pública, Prevención Social de la Violencia y la Delincuencia, resolución de conflictos, ejecución y seguimiento de acuerdos del Consejo Estatal de Seguridad Pública, coordinación de estudios especializados, supervisión de cumplimiento de protocolos y correcta aplicación de recursos federales para seguridad pública, además de la coadyuvancia con la Auditoría Superior de la Federación.

En el ámbito privado cuenta con una amplia trayectoria dentro del medio financiero. Trabajó en Casa de Bolsa Prime, S.A. de C.V., Multivalores S.A. de C.V., Casa de Bolsa y en GBM, Grupo Bursátil Mexicano S.A. de C.V., Casa de Bolsa. Posteriormente ingresó a Impulsora de Servicios Corporativos S.A. de C.V. y fue socio-director en FINEST, Finanzas Estratégicas S.C. Más adelante se desempeñó como director de finanzas y tesorería en Consorcio Inmobiliario Santos S.A. de C.V. y socio en PROFITS Estrategia y Consultoría Internacional. Ha participado en proyectos de seguridad y tecnología en Tabasco y Villahermosa, además de representar en México a Military Spare Parts France.

Ha sido miembro del Consejo Consultivo de Desarrollo del Centro Bursátil Monterrey, instructor autorizado por la CNBV, CONSAR y MEXDER, además de catedrático por cerca de 23 años en el ITESM, el Instituto de Especialización para Ejecutivos, la Universidad Mexicana del Noreste y la Universidad de Monterrey.

Otras actividades incluyen la presidencia del Consejo Consultivo Ciudadano de Finanzas y Tesorería Municipal de San Pedro Garza García, N.L. (2005-2007), miembro del Consejo Municipal de Desarrollo Social, y parte de la planilla encabezada por Tatiana Clouthier en 2008. En 2010-2011 fue director general de la Fundación Equidad y Progreso en Nuevo León, en apoyo a la candidatura presidencial de Marcelo Ebrard Casaubón.

Ha sido analista y comentarista financiero en prensa, radio y televisión: conductor del programa Línea Financiera (TV Azteca), colaborador en MVS Radio, y articulista en El Norte, Reforma, The Dallas Morning News y actualmente en Monitor Político.