Cumbre Migratoria sin sentido

Carlos Chavarría DETONA: La emigración irregular e ilegal, causada por la falta de oportunidades y/o el riesgo domestico político-social, es un problema mundial.

Nuestro presidente no se equivocó en llamar a una reunión de los presidentes de los principales países expulsores de sus paisanos y que buscan emigrar a los EEUU. No se equivocó porque México, aparte de nuestros propios problemas migratorios, es el camino de paso casi obligatorio para los migrantes de otras naciones de América Latina.

Todo esto conlleva un variado tipo de problemas para nuestro país.

Donde sí se equivocó México fue en que no asistió el actor más importante: EEUU.

Desde la muerte de Kennedy, el diseñador de la Alianza Para El Progreso, los EEUU siempre han preferido los acuerdos bilaterales para el uso de apoyos financieros para el desarrollo de la América Latina. El problema es que esos acuerdos involucran compromisos que la mayoría de países de la región no aceptan cumplir.

Todos esos países tienen un común denominador como causante de la pobreza de sus pueblos: sus absurdas ideas económicas y que atentan contra la más elemental, la libertad de sus habitantes.

¿Acaso creemos que a seudo socialistas como Maduro y Diaz Canel les interesa y podrán reducir la pobreza, y por tanto la migración, con sus ideas de planificación centralizada de la economía al estilo estalinista?

¿Esperan que AMLO, que un exguerrillero como Gustavo Petro, adopte políticas para el desarrollo que atraigan inversiones y despunten el nivel de vida de los colombianos?

Todos los asistentes al llamado de López Obrador son cínicos creyentes del papel del estado como único distribuidor del bienestar, que se sostiene en el criterio confiscatorio de la renta de sus naciones para administrarlo según sus intereses hegemónicos para eternizarse en el poder.

Algunos de ellos andan por ahí promoviendo, por ejemplo, la peregrina idea de reducir las jornadas laborales como medida para abatir el desempleo, en lugar de aumentar la productividad. Esas son las grandes ideas que se cargan.

Todos ellos acusan la mayor inocencia en la desgracia de sus naciones pretendiendo obligar a los EEUU a que abran sus fronteras a la migración indiscriminada, esperando que los envíos de remesas se conviertan en salvadores de sus economías y de sus gobiernos, que las anotarían como un triunfo de sus gestiones.

Increíble pero es la verdad, las remesas deberían ser motivo de vergüenza para los gobiernos locales.

Cuba y Venezuela son el caso mas patético. Odian a los EEUU, culpándolos de todas sus desgracias pero ansían los dólares que significaría el mercado laboral norteamericano. Gobiernan a base del miedo de la gente más humilde de perder lo poco que tienen, y les aseguran "estabilidad" a cambio de sus votos.

La historia de esos pueblos es de sometimiento: primero al invasor colonialista y luego a los políticos que diseñaron sus gobiernos “democráticos” para servirse de ellos.

La emigración irregular e ilegal, causada por la falta de oportunidades y/o el riesgo domestico político-social, es un problema mundial.

Es uno de los temas más estudiados, pero hay demasiados incentivos perversos que lo convierten en un “gran negocio” para las economías, tanto receptores como expulsoras. De hecho, algunas de las economías occidentales no podrían operar sin la mano de obra barata proporcionada por la migración desde el sur global.

Pero se ven bonitas las fotos de los líderes de las naciones expulsoras de migrantes... y hasta parece que les preocupa el asunto.

Carlos Chavarría

Ingeniero químico e ingeniero industrial, co-autor del libro "Transporte Metropolitano de Monterrey, Análisis y Solución de un Viejo Problema", con maestría en Ingeniería Industrial y diplomado en Administración de Medios de Transporte.