¿Debemos ir a votar la gente de NL a la elección del Poder Judicial?
En total se elegirán 881 cargos a nivel federal, aunque Nuevo León no está incluido en esta ronda para la elección de cargos judiciales locales.
“¿Y cuál es ese argumento irrebatible, según tu?” le pregunté a mi amiga y me respondió que lo contempla un párrafo del voluminoso libro del gran jurista italiano Luigi Ferrajoli: “Derecho y razón: teoría del garantismo penal”.
Dado que yo también soy abogado, y tengo una nutrida biblioteca, le traje al cabo de unos minutos el libro de Ferrajoli al que ella aludía.
Se lo pasé para que buscara la página 595 y leyó en voz alta con ánimo triunfalista: “El juez, a diferencia de los órganos del poder legislativo y del ejecutivo, no debe representar a las mayorías ni a las minorías. Y el consenso del electorado no solamente no es necesario, sino que puede incluso ser peligroso para el correcto ejercicio de sus funciones de averiguación de la verdad y de tutela de los derechos fundamentales de las personas juzgadas por él”.
Luego mi amiga se brincó un par de párrafos y siguió leyendo en la misma página: “la sujeción del juez únicamente a la ley impone que él decida contra las orientaciones de la mayoría e incluso de la totalidad de sus electores, cuando estas orientaciones entren en conflicto con las pruebas adquiridas y con los derechos de los justiciables confiados a su tutela”.
¿Cuál fue mi opción personal sobre este párrafo leído de Luigi Ferrajoli?
No muy favorable.
Pese a que no soy experto en derecho penal, siempre he creído que la teoría garantista de Ferrajoli es muy rígida y normativa como para ser aplicada al pie de la letra en una realidad social tan compleja como la de México o incluso como la de Nuevo León.
En la Facultad de Derecho de la UANL, Ferrajoli tiene muchos incondicionales, pero también cuenta con un grupo de detractores entre quienes me incluyo.
¿Por qué?
Simple: al menos en el ámbito penal, los problemas requieren de sensibilidad y sentido común y sobre todo debe proteger especialmente a las víctimas de delito, aspecto que no suele abundar en la teoría garantista tan rigurosa y fría de Ferrajoli y tan a la defensiva del Estado no de los poderes fácticos.
Ahora bien, sobre el tema de elegir cargos del Poder Judicial mediante el voto popular el próximo 1 de junio, cada nuevoleonés puede decidir ir a las urnas o mejor quedarse en su casa.
Pero no olvidemos que esos candidatos que con muchos o pocos votos serán electos magistrados y ministros, también serán los juzgadores que en algún momento decidirán sobre un caso o un litigio del cual formemos parte, sin que este magistrado decida en razón de mayorías o minorías sino que deberá apegarse a lo que disponga la ley.
Y en esas circunstancias específicas no podremos negarnos a una resolución suya, con el débil argumento de que no participamos en su elección como autoridades competentes.
Dicho de otro modo, con reservas, dudas o suspicacias es mejor ir a votar este próximo domingo.