Decreto por el agua

Durante semanas se estuvo gestando por parte de la autoridad estatal que los empresarios, así como los agricultores, tenían que ayudar a solventar la crisis de escasez del vital líquido. 

Algunos de muy buena gana apoyaron desde el principio, otros hicieron como que sí, pero no daban la suficiente agua.

Uno de los problemas es la presión por falta de líquido en las llaves, más la que se tiene cuando no llega y hay que mandar las pipas, luego a muchos ciudadanos no les gusta incomodarse ni andar batallando con las tinas y recipientes, entre llenarlos y luego cargarlos hasta sus casas o subirlos a las plantas altas.

De todo eso hay conciencia tanto en el titular del Ejecutivo estatal, como en la Presidencia de la República.

El anuncio que se hizo el pasado lunes en el patio central del Palacio de 5 de mayo no es cualquier cosa, se trata de solventar de la manera más ágil el problema de escasez, con soluciones que en otro tiempo hubieran llevado muchos trámites engorrosos para encontrar de dónde sacar el recurso, quién financiará la obra, quién supervise y quién más ejecute las acciones, varios años. 

En voz del secretario de Gobernación escuchamos los compromisos por parte del gobierno federal, que se hacen consistir en disponer del recurso para financiar la obra de un segundo acueducto de El Cuchillo a Monterey para aumentar la capacidad de flujo y con ello, poder saciar la sed de la población metropolitana de Monterrey y antes de un año poder tener la obra concluida con la participación de 10 empresas contratistas locales.

Esto, con el suministro de los tubos por parte de empresas acereras regias, con la supervisión de Conagua y ejecución de Agua y Drenaje de Monterrey, además de la participación de Sedena tanto para facilitar 100 pipas, como para atender la emergencia para allanar todo obstáculo que se presente. 

Esto me pareció un mensaje político muy importante, de manera que no se les ocurra a los malitos, a los sindicatos, ni a nadie, estorbar en el proceso de esta obra que urge para atender las necesidades vitales de los neoleoneses avecinados en su área metropolitana.

Con frecuencia criticamos lo que se hace desde el gobierno federal o sus formas de atender los problemas nacionales, pero en esta ocasión, donde no se había manifestado la ayuda incondicional de parte de los capitanes de empresa, mismos que, andan de vacaciones o perdidos en los temas importantes, tuvieron que ser rebasados por un decreto federal pues se habían quedado cortos en sus ofrecimientos de colaboración.

Así, de un decretazo se gira una instrucción que tiende a ser el remedio de una problemática de muchos años, además de ponerle los billetes que hacen falta a obras como la presa Libertad y el segundo tubo de El Cuchillo.

Si los trabajos de estas obras transcurren como están calendarizados para estas fechas del año 2023, será muy diferente el tema del agua en este bello e industrioso estado, pero no se puede perder de vista que este gobierno planea las soluciones hasta el año 2050.

Entre las cosas que hay que saber, es que la demanda crece y se trabaja para satisfacerla, pero ayer decía el gobernador Samuel García que nos falta que los ciudadanos usuarios del agua hagamos nuestra parte en cuanto al consumo del vital líquido, bajando la cantidad de agua que usamos cada día y cada persona.

Esta parte será muy importante, en nuestro caso como estado llevamos cierta ventaja contra otras ciudades del país que pronto tendrán problema similar de falta de agua, ya que este es un problema que se presenta en muchas partes del mundo.

Verán que lo tendremos en varias ciudades importantes de la República, también nuestros vecinos de Texas están viviendo problemas parecidos. 

Así que cuando escuches que la gente habla del tema del agua, ayúdales a que se den cuenta que no sólo Nuevo León pasa por esto y que en otras partes también lo viven, y así puedan opinar con el conocimiento de tema y no sigan chismes como borreguitos, de esos que generan en la fábrica de chismes y memes de los desplazados, es decir, de aquellos que no ganan elecciones y por tanto les queda mucho tiempo libre para generar problemas de esos que nunca supieron resolver cuando estuvieron al frente de gobiernos, pero creen que les abona a su causa.