El futbol como bandera política

En la historia reciente, diversos  personajes y hasta equipos, han aprovechado este deporte para acaparar simpatía o condicionar el voto.

Decía Karl Marx, filósofo alemán del siglo XIX, que la religión es el opio del pueblo; es decir, es utilizada con el objetivo de controlar el pensamiento de las masas.

No pretendo crear polémica en torno a la doctrina de fe, ni tampoco hacer una apología al comunismo, sino más bien un símil de cómo el futbol se ha convertido en el “nuevo opio” del pueblo, desde el punto de vista político.

POLITIZACION DEL FUTBOL

En la historia reciente, diversos personajes han utilizado este deporte como estandarte en sus  aspiraciones para ejercer un cargo público o bien, existen clubes que “politizan” su existencia en pro de una ideología.

El caso más famoso es el del Futbol Club Barcelona, el equipo donde juega Lionel Messi.

En los últimos años, el Barça se ha convertido en un símbolo del independentismo catalán, pues el club ha sido aprovechado como una antítesis del nacionalismo español, además de que sus aficionados han llegado a realizar protestas en las gradas con tintes separatistas.

En el plano personal, Silvio Berlusconi es un ejemplo de cómo aprovechar la vitrina del futbol en sus aspiraciones políticas.

EL MILAN Y BERLUSCONI

El empresario italiano fue dueño del AC Milan de 1986 al 2017 y durante ese lapso, llegó a ejercer puestos públicos como presidente del Consejo de Ministros de Italia (2008-2011), Ministro de Asuntos Exteriores (2002) y diputado de la República y del Parlamento Europeo.

El mismo escaparate que tuvo Berlusconi en el futbol, también fue aprovechado por Mauricio Macri, empresario argentino que hasta finales de 2019 fue presidente de la nación sudamericana.

BOCA JUNIORS

En la década de los 90, Macri fue el máximo dirigente del Club Atlético Boca Juniors, equipo al que guió a los mejores años de su historia.

Su éxito como directivo del balompié lo quiso replicar como servidor público, al ser diputado federal (2005-2007) y Jefe de Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires (2007-2015).

En 2015, ganó las elecciones presidenciales con el 51 por ciento de los votos obtenidos en la segunda vuelta.

¿Y EN MÉXICO?

En México han existido casos de personajes que se han aprovechado del futbol para pretender condicionar el voto de la ciudadanía. Tal es el caso de Fidel Kuri Grajales, empresario y político veracruzano.

De extracción priísta, Fidel Kuri fue el último dueño que tuvo el equipo Tiburones Rojos del Veracruz de 2013 al 2019, luego de llevarse a jugar la franquicia de La Piedad (de su propiedad) al puerto.

En 2016 Kuri amenazó a la afición jarocha con llevarse la franquicia a otra plaza si Héctor Yunes Landa, entonces candidato tricolor, no ganaba las elecciones estatales, las cuales finalmente perdió ante su primo, el panista Miguel Ángel Yunes.

“No tengo estrategia, yo simplemente o gana Héctor Yunes o Tiburones tiene el riesgo de que se vaya porque tengo tres propuestas en otros estados de la República. Uno es Yucatán, Tamaulipas y Sinaloa, equipo que acaba de descender”, expresó en aquel entonces Fidel Kuri, quien ha sido dos veces diputado federal y en 2017 se aprovechó de la imagen del club para intentar ser alcalde del puerto.

En 2019, debido a deudas con jugadores, el Veracruz fue desafiliado por la Liga MX, mientras que Kuri continúa dedicado a sus negocios y como militante priísta.

En mi próxima entrega hablaremos de lo que está de moda: cómo los futbolistas aprovecharon su estatus para saltar a la política.
Juan Reyna Loa

Periodista deportivo desde hace 12 años. Ha sido reportero y comentarista en radio, además de editor de medios impresos y digitales en Monterrey.