El reto de la Inteligencia Artificial
La agenda mediática durante el presente año ha estado dominada por un tema que irrumpe en las deliberaciones públicas, tanto sociales, económicas, laborales y científicas, este tema ha sido el de vislumbrar la importancia de la Inteligencia Artificial (IA).
Diversos estudios han advertido que la relevancia que ha cobrado la IA, realmente trastoca la vida de las personas, los enfoques y matices abundan, pero la conclusión es la misma:
La Inteligencia Artificial afecta decisivamente la vida personal.
Algunos mencionan que la IA ayudará a hacer más cómoda la vida y se encargará de las actividades aburridas de los distintos entornos laborales, unos más anuncian futuros apocalípticos donde se menciona que la Inteligencia Artificial sustituirá muchas profesiones y oficios, por lo que amenazan el futuro laboral de millones de personas.
No obstante, es necesario reflexionar sobre lo que realmente significa la Inteligencia Artificial, no son pocos los divulgadores de la ciencia quienes mencionan que la inteligencia es una herramienta como en su tiempo lo fue el arribo de internet o hace siglos la máquina de vapor, por lo que reclaman la capacidad de adaptación del ser humano.
Hace unos días, el sindicato de escritores y guionistas de Hollywood estalló una huelga, entre las diversas demandas que se establecen, se encuentra lo relativo a la Inteligencia Artificial y la posibilidad de que un creador pueda solicitar el desarrollo de diálogos bajo determinados criterios, con lo que la IA estaría sustituyendo a escritores de carne y hueso.
En este sentido, es necesario distinguir entre la Inteligencia Artificial que permite automatizar determinados procesos, es decir aquellos que presiden del contacto humano, como lo puede ser la venta de boletos para espectáculos de todo tipo, el registro de boletos de viaje, la compra de algunos alimentos en establecimientos de comida rápida, eso sin considerar las actividades de programación en la manufactura de múltiples productos, lo cual es distinto de las actividades creativas, las cuales van desde generar discursos y articular textos, mediante el procesamiento de datos estadísticos; o bien, la manipulación y creación de contextos falsos.
Estas preocupaciones legítimas, reclaman un mayor cuidado y supervisión del uso de la Inteligencia Artificial creativa, ya que si bien son disruptores de la cotidianidad, pueden alterar y generar realidades perniciosas al servicio de intereses o fines dedicados a expoliar a la sociedad en su conjunto.