En el Senado analizan acelerar la reforma fiscal para meterlo en el extraordinario
La noción de que el Gobierno podría lanzar su reforma fiscal en el marco del periodo extraordinario del Poder Legislativo, ya está instalada.
El dato ya circula entre los senadores de Morena que integrarán la Comisión Permanente y no ofrecen demasiadas excusas: Palacio Nacional teme un revés en las elecciones intermedias y por eso, la reforma pudiera quedar trunca en la próxima composición legislativa.
Un dato adicional: cerca de Ricardo Monreal agitan la tesis de que si el Gobierno tiene una mala performance electoral es muy probable que los aliados satelitales como el PT o el Partido Verde, terminen por romper con la coalición oficialista.
La reforma que avanzará, es la que propone Raquel Buenrostro, que le ganó la partida a Arturo Herrera y Gabriel Yorio.
Una reforma de corte más punitivista contra aquellos que incumplen fiscalmente, no crea nuevos tributos pero refuerza los mecanismos de control y sostiene el centralismo fiscal que pretende Andrés Manuel López Obrador.
En el equipo de la jefa del SAT ya hay contactos con senadores para convocar a la Cámara antes del próximo periodo ordinario. Detalle no menor, dado el contexto actual: los legisladores de Movimiento Ciudadano se están mostrando sumamente colaborativos. Curioso contraste con la embestida de la Fiscalía General contra el aspirante naranja en Nuevo León, Samuel García.
Es notable. Buenrostro quiere acelerar la reforma en caso de una derrota política pero sus asesores le susurran que si Morena pierde la centralidad en el Legislativo, todas las proyecciones indican que la economía mejorará: se sostendrá el tipo de cambio, habrá beneficios por el ciclo expansivo de la FED de EU y crecerá la rentabilidad de las acciones en la Bolsa Mexicana.